Pedro MATÍAS
OAXACA, Oax. (pagina3.mx).- Integrantes de la organización Corriente del Pueblo Sol Rojo irrumpió violentamente en las oficinas de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) donde no solo provocó daños materiales sino que retuvo al personal para exigir la renuncia del Ombudsman Arturo Peimbert Calvo.
Los hechos ocurrieron al mediodía de este lunes 16 de octubre luego que esa organización realizó una marcha de la fuente de las Ocho Regiones, bloqueó el crucero de Fonapas y realizó pintas y daños a edificios particulares, así como oficinas, bancos y comercios.
Durante la marcha, un grupo de jóvenes cubiertos del rostro realizaron actos vandálicos y posteriormente irrumpieron en las oficinas de la Defensoría de los Derechos Humanos donde permanecen apostados.
Los inconformes de la Corriente Sol Rojo exigen la renuncia del ombudsman por no emitir medias cautelares o recomendaciones por los casos de San Blas Atempa donde las empresas eólicas han instalado una sub estación eléctrica sin consultar a los pobladores.
Mientras que en San Miguel Copala no se ha cumplido la recomendación emitida en el 2013 donde los desplazados siguen sin tener una vivienda.
En respuesta, la Defensoría condenó la toma violenta de las instalaciones de la Defensoría, destrozando la caseta de vigilancia, dañando el sistema automático de la reja de acceso, llevándose pertenencias del personal de la institución, e impidiendo la salida de quienes laboran en el organismo, sin importarles que entre estos trabajadores haya mujeres embarazadas, personas con discapacidad y adultas mayores.
Asimismo, la Defensoría lamentó que los manifestantes impidieran salir de la institución al paramédico Eldad Sharon, ciudadano estadounidense, quien vino a Oaxaca desde el estado de California, en una iniciativa altruista, a entregar apoyo de medicamentos y a prestar atención a personas damnificadas en el Istmo de Tehuantepec por la contingencia sísmica y ambiental de septiembre último.
También reprobó que los manifestantes hayan impedido temporalmente, con tratos agresivos, la salida de ciudadanos y ciudadanas acompañados por niños que acudieron a tratar asuntos a esta Defensoría.
El organismo autónomo señala que esta clase de trato intimidatorio deja consecuencias duraderas en la psique de las niñas y los niños, por lo cual también reprueba que los manifestantes de Sol Rojo hayan mostrado dicho comportamiento con el público que acude a solicitar los servicios de la instancia defensora.
Finalmente destacó que la Defensoría reconoce el derecho a la libre manifestación de las personas, siempre que ésta se realice de manera pacífica y respetuosa, pues la violencia, la intimidación y el acoso como vía para resolver cualquier demanda de particulares o de organizaciones civiles y sociales, es un camino que no lleva a ninguna parte.