Pedro Matías
OAXACA, Oax. (pagina3.mx).- Durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto se han documentado mil 360 agresiones contra defensoras y 22 asesinatos, lo que significa que en promedio se comete una agresión diaria contra mujeres que defienden los derechos humanos.
Esta cifra negra coloca a México como el país más violento para las defensoras de derechos humanos en Mesoamérica, mientras que el estado de Oaxaca se ubica en el primer lugar de agresiones con 783 agresiones que representan el 58% del total a nivel nacional.
Así lo denunciaron la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México (RNDDHM) y la Red de Mujeres Activistas y Defensoras de Derechos Humanos de Oaxaca, quienes condenamos enérgicamente estas violencias.
Hicieron hincapié que los principales agresores “son servidores públicos, principalmente policías, quienes, paradójicamente, tienen el deber de salvaguardar nuestra integridad y derechos”.
Además, compararon que las mil 360 agresiones cometidas en el sexenio de Peña Nieto superar a las registradas en Honduras, Guatemala y El Salvador para el mismo periodo donde se documentaron mil nueve, 738 y 173, respectivamente.
En el marco de la Campaña de los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género, las activistas manifestaron que les llena de rabia verificar que lejos de cesar, las violencias contra ellas se incrementan.
Detallaron que en el primer año del mandato de Peña Nieto se cometieron 189 agresiones contra defensoras, mismas que se triplicaron en 2016, al alcanzar los 550 casos, que buscan inhibir su poder trasformador.
“Si a este torbellino de terror agregamos que 22 defensoras han sido asesinadas en lo que va del actual sexenio y 22 más han padecido intentos de asesinato, parece que no hay esperanza. Pero sí la hay. Nuestro andar no cesa. Nos acuerpamos en medio del caos: #NosDefendemosJuntas #ConstruimosPoderColectivo”.
En el marco del Día Internacional de las Defensoras de Derechos Humanos, las defensoras de México “tomamos el espacio público para denunciar y repudiar las violencias que vivimos como consecuencia de nuestra labor y por nuestra condición de género, incluidas las que provienen de nuestras organizaciones, comunidades y del movimiento social porque desafiamos las leyes del patriarcado”.
Su argumento se fortalece al resaltar que “el 35 por ciento de los casos registrados entre 2013 y 2016, tienen claros elementos de discriminación por motivos del género que incluyen amenazas de violación sexual, campañas de difamación y desprestigio con lenguaje sexista y machista, amenazas de atentar contra su familia y hostigamiento en redes sociales vía mensajes o imágenes con connotación sexual.
En el caso de Oaxaca, dichos ataques han sido particularmente frecuentes en contextos comunitarios donde se utilizan redes sociales para difamar a las defensoras con información falsa sobre su vida privada, involucrando a menudo fotos o fotomontajes.
Mencionaron que eligieron el Día Internacional de las Defensoras de Derechos Humanos para honrar también a 22 de sus compañeras asesinadas con el objetivo de paralizar sus luchas.
Sin embargo, agregaron, “la muerte viene acompañada de vida, su conciencia y fortaleza es nuestro legado. Ellas viven. Sus luchas se mantienen. Sus profundas raíces nos sujetan. En Oaxaca si bien no se han registrado asesinatos de defensoras en el sexenio en curso, los intentos de asesinato, detenciones arbitrarias y casos de tortura han ido en aumento y han permanecido en la impunidad”.
Recordaron que Michel Forst, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la situación de las Personas Defensoras de los Derechos Humanos, se refirió a las defensoras mexicanas como las mujeres que “están a la vanguardia de las batallas por los derechos humanos, aunque su trabajo pueda permanecer invisible”.
Asimismo, reconoció públicamente la importancia de su trabajo en red, el cual, dijo, “ha sido crucial para ayudar a las mujeres a romper el círculo de la violencia y la estigmatización y ha ofrecido muchas oportunidades de autoprotección y fomento a la creación de capacidades”.
Finalmente demandaron el Estado mexicano que cumpla con su deber de garantizar su derecho a defender derechos en condiciones de igualdad, seguridad y dignidad, asimismo
le exigieron que deje de violentarlas.
También alertaron al Gobierno de Oaxaca frente a las cifras alarmantes en el estado y condenaron la nula respuesta a las mujeres defensoras beneficiarias de medidas cautelares.