Oaxaca.- Diciembre es el mes más esperado y cargado de esperanza para la sociedad y, sobre todo, para los cristianos.
Rescatar y fortalecer las raíces de las bellas tradiciones en Oaxaca en torno a las fiestas de la Virgen, las Posadas, Navidad, el Nacimiento, Año nuevo y los Santos Reyes, será una luz y camino a seguir ante el contexto tan dañado que sufrimos; nos lleva a cultivar expresiones y valores fundamentales para la vida de toda persona y comunidad.
Hoy quiero recordar algunos aspectos de las posadas para que no nos roben la raíz y su sentido con celebraciones egoístas y hasta con vicios.
El sentido y mensaje original de las posadas refleja actitudes de cmuchos de nosotros ante necesidades apremiantes de quienes nos rodean; representa los rechazos movidos por el egoísmo, prejuicios y comodidad; no dar posada a María, a José y al Niño que está por nacer, expresa no dar posada a la verdad, al camino que lleva a la justicia y a la paz, a una vida honesta y abierta.
En la última petición de posada, al reconocer a los santos peregrinos, se abren las puertas; hay saludos, cantos, encuentros, desborda la alegría en el compartir lo bueno que se tiene: convivencia, antojitos, juegos, piñatas.
Las Posadas atraen y mueven porque de manera sencilla y concreta responden a necesidades profundas del corazón humano: relaciones sanas, convivencia, compartir lo bueno, paz, unidad y alegría. Muestran que allí donde se abren las puertas a Dios, se experimenta la alegría sana y el compartir al alcance de todos; que sí es posible convivir en paz, alegrarnos y disfrutar la vida juntos niños, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos; todos con sus diferencias y necesidades; nadie estorba ni sobra.
Es la buena noticia de salvación y vida auténtica que nos trae la Navidad, el Hijo de Dios que se encarnó haciéndose pequeño y necesitado.
Hoy nos pide posada en los necesitados, en todos los que tienen hambre de amor y de paz.
Celebremos las posadas este año para erradicar desde el corazón egoísmos, prejuicios, resentimientos y agresividad que tanta división y daños nos han causado; conozcamos y vivamos su sentido original y disfrutémoslas con los demás.
Demos posada al respeto, a la amistad, al amor y unidad desde la familia, a las personas cercanas necesitadas de algo de lo que tenemos.
Las posadas así, son un testimonio público de unidad, de compartir y de convivir en paz.
Como en años anteriores y con este sentido, celebraremos la Posada por la Paz, organizada por las parroquias del centro de la ciudad y presidida por el Arzobispo; este año será el próximo viernes 22.
Iniciará a las 6.00 p.m. en el atrio de Santo Domingo, continuará por el andador turístico y la calle Morelos para llegar a la basílica de Nuestra Señora de la Soledad donde culminaremos con la convivencia en el atrio.
En este proceso, procuraremos dar un paso más en relación al mensaje, a la participación piadosa, a signos, luces y peregrinos cargados por niños, adolescentes, jóvenes, adultos, esposos y ancianos.
Invito a todos los sacerdotes y agentes de pastoral para que, ante el contexto social que vivimos, promovamos y celebremos las posadas para abonar a la unidad y convivencia entre las familias, barrios y comunidades; no olvidemos a los damnificados, a los enfermos, discapacitados, personas solas y a los más pobres que viven a nuestro alrededor.
Crezcamos en relaciones sanas para alcanzar la paz; disfrutemos la alegría de convivir compartiendo algo de lo bueno que tenemos con los demás.
Así caminemos hacia una sociedad donde todos caben, conviven y crecen en paz.
+ José Luis Chávez Botello
Arzobispo de Antequera Oaxaca