Agencias
Este 24 de mayo de 2018 se cumplen 25 años del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara y a la fecha no hay justicia en este crimen en el que el hoy presidente municipal de Salina Cruz, Oaxaca, Rodolfo León Aragón, alias “El Chino”, fue señalado como responsable, por el narcotraficante Benjamín Arellano.
Este jueves, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), envió un comunicado para resaltar la labor del purpurado católico durante su trabajo pastoral.
Aquí reproducimos parte del trabajo periodístico que Sin Embargo publicó en 2015, así como el link correspondiente, y donde se pone de manifiesto la participación del actual edil salinacrucense y de la que no le resultó responsabilidad legal alguna.
Asimismo, publicamos el comunicado de la CEM que envió este jueves, 25 años después.
CIUDAD DE MÉXICO, mayo 24 de 2015.- Eran las 3:45 de la tarde del 24 de mayo de 1993. El cuerpo del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo estaba en el asiento de copiloto de un Grand Marquis blanco en el que viajaba ese día. La primera noticia, que corrió como pólvora en todo el país y en medios internacionales, fue que el clérigo perdió la vida en medio de un fuego cruzado entre los cárteles de Sinaloa, encabezado por el ‘Chapo’ Guzmán y el de Tijuana, de los hermanos Arellano Félix, registrado en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara. A 20 años del homicidio, el caso aún es un misterio y una duda continúa latente:
¿Quién mató a Posadas Ocampo?
Ese día otras personas perdieron la vida en la refriega, entre ellos Martín Alejandro Aceves Rivas, chofer del prelado. A 25 metros de distancia del Grand Marquis se encontraron los cadáveres de Ramón Flores Flores y José Rosario Beltrán, originarios de Sinaloa, mientras que Francisca Rodríguez Cabrera y su sobrino Juan Manuel Vega Rodríguez fueron hallados aún vivos en los módulos de acceso al aeropuerto, pero también perecieron.
El ex narcotraficante señaló al ex director general de la Policía Judicial Federal, Rodolfo León Aragón, alías “El Chino”, como el responsable de haber ordenado la ejecución del prelado.
“Fue porque estaba ayudando a conseguir armas a los grupos guerrilleros”, sin especificar a cuáles grupos se refería.
También le dijo que para poder ayudar a su organización tras haber sido señalada por el homicidio, necesitaba 10 millones de dólares “y seis domicilios para poder catearlos”.
Lee la nota completa en: (http://www.sinembargo.mx/24-05-2013/629173)
Y aquí el comunicado de la Conferencia del Episcopado Mexicano:
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