Pedro Matías
OAXACA, Oax. (pagina3.mx).- Con mas de 50 piezas de arte, producto de desperdicios industriales en las maquiladoras de la frontera norte o materiales de desecho, el artista de Baja California, Jaime Ruiz Otis, inauguró la exposición “Intuir al azar” en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca.
El curador de la muestra Daril Fortis resaltó que la exposición revisa 19 años de trayectoria del artista, enfocándose en las estrategias metodológicas y decisiones estéticas que conforman la poética y política en su obra.
Resaltó que el artista inició en 1999 una exploración en los depósitos de desperdicios industriales en las maquiladoras de la frontera norte y, desde entonces, Jaime recicla y se apropia de materiales encontrados de muy diversa naturaleza, mismos que transfiere, ensambla y utiliza para hacer obra y construir instalaciones.
Con la propuesta —que continúa ramificándose hasta la fecha— lleva por nombre Las Sobras, Ruiz Otis, ha realizado exposiciones y proyectos individuales en el Centro Cultural Tijuana (CECUT), el Museo Universitario Arte Contemporáneo-UNAM, Museo de Arte Contemporáneo de San Diego (MCASD), y la Galería La Caja Negra (Madrid).
El artista que ha sido residente invitado en Kultur Kontakt en Viena (2014) y la Universidad de Tsinghua en Beijing (2012), resalta el curador, “donde unos ven basura Jaime ve una posible obra de arte”.
Daril Fortis manifestó que los términos de poética y política tiene que ver con un acercamiento creativo, artístico y estético, es decir, que en el arte, la poética esta relacionada con las formas de hacerse.
Explicó que “en una obra de arte, la poética es el proceso del artista cómo se dio, qué circunstancias, qué decisiones estéticas, qué materiales utilizar, cómo componer la obra. Todas estas cosas conforman la poética de la obra o del artista, quiere decir es una especie de metodología para la creación”.
Y por otro lado, “la política tiene que ver con un discurso que esta relacionado con el contexto y la carga discursiva de la obra, de lo materiales. En este caso lo materiales que utiliza Jaime Ruiz Ortiz, son materiales recuperados de tiraderos y recicladoras de las industria maquiladora en Tijuana que esta muy desarrollada y que ha tenido impactos grandísimos en lo económico, en lo geopolítico y en lo laboral como las precarias condiciones laborales”.
Entonces, dijo, “la política alude a este discurso inmanente de los materiales que él utiliza, aunque no es tan explicita su postura política, no es una critica explicita a la maquila, sino que ese discurso está unido con la poética de Jaime por eso conviven las dos cosas al mismo tiempo”.
“Jaime transforma los materiales como para considerarse un elemento estético, sin embargo, no diluye el discurso político que también está impregnado. Tampoco está explícito o le interese a Jaime indagar como una línea discursiva de su obra, él esta mas bien indagando sobre qué significa un desecho, qué historias tiene detrás, por qué está descartado, cómo puede ser reutilizado y qué cualidades pueden ser reinterpretadas a partir de esos desechos como cualidades estéticas plásticas”, puntualizó.
Detalló que la zona fronteriza tiene mucha influencia en la obra de Jaime porque tiene que ver la híper productividad e híper consumo o la presencia de una maquiladora transnacional asentada en un país de tercer mundo.
Además, Jaime juega con muchas cosas como con valores de los objetos, historias y lenguaje de los objetos o con poner atención a los procesos de progreso y cuestionar qué están ocasionado socialmente, pero él siempre indagando la parte estética.
Hizo hincapié que el artista que ganó el premio Start Up Award del MCASD que obtuvo en 2005 y el segundo lugar en la Bienal de Estampa Contemporánea Mexicana de 2009, tiene obras que aluden a asuntos de labor, de contaminación, es decir, influye su conciencia ecológica.
Sin embargo, dijo, “lo que me interesaba a mi mas que hacer una lectura desde lo laboral, o territorial o la conciencia ecológica, me interesaba saber cómo es o cual es el proceso que Jaime tiene que realizar para llegar a estos objetos que son obra de arte y que tiene que ver con una intuición”.
“Jaime cuenta que desde chico le dio por recoger objetos y materiales y construir cosas. Ese proceso se ha ido afinando con los años y la práctica y tiene que ver con una intuición y una mirada atenta hacia las cualidades estética o plásticas de los objetivos y que puedan ser donde unos ven basura Jaime ve una posible obra de arte”.
En esta muestra explicó “hay diferentes disciplinas, hay video, instalación, intervención, hay gráfica, hay pintura, hay diversidad, lo que intentamos hacer es agrupar por nodos temáticos”.
Entre las 50 piezas que se exhiben en el MACO hay una pieza que es un cuarto dorado denominado Extraño templo que se hizo en 2004 en Nueva York y es la segunda vez que se hace con una reinterpretación. Esas piezas que son pensadas para ciertos espacios y cobran diferente interacción con un publico distinto.
Hay un video “Requiem del km 41” que tiene que ver con la industria automovilística y una perdida familiar, cuya reflexión es sobre la producción y la chatarra automotriz; otra es jardín seco al estilo oriental que está hecho de gravilla con monitores de televisión triturados y espaldas de televisores que generan la instalación, entre otras.
La exposición que se inauguró el pasado fin de semana permanecerá tres meses en el MACO y culminará a mediados del mes de agosto.
Consideró que Oaxaca tenia que estar en esta itinerancia por esta relación que existe con el artista Jaime que llevan dos años radicando en esta entidad del sur de México.
