Pedro Matías
OAXACA, Oax. (pagina3.mx).- Pueblos Binizaa (zapotecos) e Ikootjs (huaves) advirtieron que “estamos preparados para defender lo nuestro” y “las empresas (eólicas) tienen que respetar los derechos de los pueblos”.
Así los manifestaron en el video documental producido por el Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos) donde recoge una serie de testimonios en el Istmo de Tehuantepec en torno a las afectaciones de las empresas eólicas en la zona.
En las últimas dos décadas, el Istmo de Tehuantepec ha sido punto de atracción de las empresas transnacionales dedicadas a la producción de energía con recursos renovables, pero también ha propiciado que las comunidades de esta región del país emprendan una lucha en defensa de sus tierras.
En la actualidad, el Istmo de Tehuantepec se ha convertido en la principal generadora de energía eólica en México y sigue siendo ofertada por el gobernador Alejandro Murat Hinojosa.
Sin embargo, se han enfrentado a resistencias en las comunidades indígenas que luchan por mejores condiciones de vida para sus pobladores y esta lucha se ve reflejada en el documental: “Pueblos del Istmo de Oaxaca rechazan empresas eólicas”.
El Centro Nacional de Comunicación Social A.C (Cencos) aborda en el documental las promesas de progreso con la llegada de los megaproyectos eólicos y el despojo de sus tierras a los pueblos originarios.
Los megaproyectos eólicos han llegado a la región con la promesa de progreso, pero para los habitantes –quienes no cuentan con servicios básicos de educación y salud– éste no llega, de acuerdo con Cencos.
El Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha (Codigo DH) destaca el documental porque recoge el testimonio de habitantes del Fraccionamiento Simona Robles en Juchitán, incluido dentro del perímetro del nuevo parque Eólica del Sur que instala actualmente 132 aerogeneradores y está por terminar su construcción, el cual proveerá de energía a FEMSA; pero los habitantes del fraccionamiento no miran mejoras en sus condiciones de vida.
Por el contrario, denuncian el desplazamiento de la cultura de subsistencia de los pueblos zapotecos, así como la perdida de sus campos de cultivo y plantas medicinales.
Isabel Jiménez, médica tradicional señala que con la llegada de los eólicos “nos despojaron de nuestro territorio donde recolectamos plantas medicinales” y a pesar de esto, ella propone “recuperar el conocimiento de nuestros antepasados, no solo para curar sino también para enseñar a los niños”.
De igual forma, en la orilla de la Laguna Superior, integrantes de la Asamblea de San Dionisio del Mar, en resistencia desde 2012, expresan su sentir sobre la importancia del mar, fuente de trabajo y alimento, y su lucha de resistencia contra el proyecto de Mareña Renovables que se quería instalar en la Barra Santa Teresa y hoy está por concluirse bajo el nombre de Eólica del Sur en dos polígonos, uno en Juchitán y otro en El Espinal.
Señalan los pueblos zapotecos e Ikootjs de la región del Istmo, “estamos preparados para defender lo nuestro”, “queremos que se componga el clima”, pero “las empresas tienen que respetar los derechos de los pueblos.”
Cabe mencionar que Codigo Dh acompaña las exigencias de estos pueblos, al igual que muchas defensoras, defensores y organizaciones más, tanto nacionales como internacionales en la exigencia por el respeto de sus derechos como pueblos indígenas.
