En la actualidad existen más de 3 mil emoticones o emojis. Sus formas, estilos e imágenes varían dependiendo del sistema operativo o aplicación que utilicemos; sin embargo, en lo que son consistentes es en su capacidad de evocación y significación; por ello, no hemos dejado de utilizarlos y adaptarlos a sinfín de expresiones y/o charlas sociales que, actualmente, superan las intenciones que tuvo Shigetaka Kutira -considerado el padre de los emojis- cuando, en 1999, creó los primeros 176 emoticones con el objetivo de colocar al lenguaje digital la emoción que el texto per se no podía contener.
En ZonaDocs decidimos acudir al Laboratorio de Innovación Tecnológica y de Estudios Interdisciplinarios Aplicado del ITESO, mejor conocido como Signa_Lab, para saber cuál es la relevancia que tiene hoy en día los emojis en la conformación de nuestras narrativas digitales y por qué importa analizarlos como gestos digitales cargados de sentido.
Por Darwin Franco / @darwinfranco
Imágenes y visualizaciones: Signa_Lab ITESO / @Signa_Lab
“Los emojis hoy en día más que un adorno digital es un gesto cargado de sentido, por lo tanto, no sólo son algo que acompaña a la palabra… son signos que están culturalmente situados y contextualizados, y que otorgan matices y significados a las conversaciones digitales que a diario podemos tener sobre temas de interés público”, precisó Víctor Hugo Ábrego Molina, coordinador creativo de Signa Lab ITESO.
Desde esta visión, el análisis de los emojis tiene un peso considerable en el entendimiento de las emociones que se expresan, visualizan y viralizan dentro de nuestras conversaciones digitales, ya que es ahí donde estos signos adquieren valor como detonadores de sentido; es decir, evocan diversas maneras de entender, pensar, sentir e, incluso, interpretar un hecho o suceso social al cual se le da –a través del uso de emojis– una representación iconográfica.
Ábrego Molina quien ha dedicado buena parte de su labor como investigador a comprender los usos socioculturales que le dan, principalmente jóvenes, a las plataformas tecnológicas cuenta que Signa Lab ha desarrollado diversas aplicaciones tecnológicas que permiten descargar y visualizar el uso que se da a los emojis dentro de las conversaciones digitales; con este desarrollo, desde el ITESO, se pueden crear “nubes de emojis” que permitan observar cuáles son los más usados en razón de diversas temáticas o hashtag(etiquetas) y qué es lo que su empleo abona a dichos temas.
En el caso de Signa Lab, su interés de análisis ha estado centrado en las conversaciones digitales sobre temas sociales y/o políticos que suceden en tiempo real en plataformas digitales como: Facebook y Twitter.
De hecho, uno de sus primeros análisis con esta metodología digital ocurrió el 28 de junio de 2018 alrededor de la etiqueta: #AMLOFEST; ese día compartieron a través de Twitter el siguiente mensaje:
Queremos compartir con ustedes, nuestra comunidad, que ya somos capaces de generar nubes de emojis a partir de la minería que hacemos en Tweeter; consideramos que emojis son un lenguaje de época; estamos calentando motores. Una prueba con el #AMLOFEST
Volvemos con análisis pic.twitter.com/trbXxU7aEW— Signa_Lab ITESO (@Signa_Lab) 29 de junio de 2018
No obstante, el propio laboratorio digital y Víctor Hugo Ábrego ya habían comenzado a realizar análisis sobre el uso de los emojis y su correlación con los discursos y etiquetas digitales que se generaron tras el sismo que ocurrió en la Ciudad de México, el 19 de septiembre de 2017.
“En ese momento analizamos los cinco primeros días tras el sismo y creamos dos nubes de emojis, una vinculada al hashtag #SismoMx; en esta la visualización mostró un tono afectivo del discurso social a través de emojis que denotaron gestos de preocupación, emergencia, llanto y tristeza… era un sentimiento de desesperanza; sin embargo, tras el paso de los días apareció el hashtag #Verificado19S donde vemos un cambio notorio en la tonalidad afectiva de los emojis capturados, las imágenes remitían a la ayuda (metaforizada con herramientas), al acopio de víveres (comida) y a la fuerza (músculo) mostrada por todas las personas que estuvieron apoyando on y offline a las víctimas”.
Los emojis que se emplearon tras esta tragedia, a decir de Ábrego Molina, dieron cuenta de cómo es que los relatos afectivos que están puestos o superpuestos a las conversaciones digitales permiten articular no sólo emociones, sino también acciones colectivas y de solidaridad: “no por el uso de los emojis sino por el mensaje colectivo que se expresó a través de ellos, pero que se reafirmó por las acciones que fuera de la virtualidad miles de personas fueron capaces de articular para hacer frente a la tragedia”.
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