OAXACA, Oax. (pagina3.mx).- Ya se incrementan las denuncias sobre este innovador Programa Ganadero a la palabra. Empezaron las denuncias en Nayarit donde un gobernador “retoño” de otro, ya crearon una “dinastía” reinante. Se repite en Oaxaca con idéntico “fierro” y no ganadero. Y se percibe en Chiapas y …¿dónde más? Sucede que los beneficiarios del programa se quejan que han recibido vaquillas de desecho y no las novillonas que los “responsables” del Programa compran a ganaderos medianos y grandes, en cada región.
Los animales de desecho son “vientres muertos”, no dan crías, no dan leche y en cuanto a carne, puros pellejos. Si se intenta engordarlas, es un trabajo de romanos y es más común darles Clembuterol que es perjudicial para el consumidor.
Pero estas vaquillas de desecho son prueba de corrupción y, en ocasiones, de ignorancia. No es lo mismo ser agricultor con dos hectáreas de terreno con pasto que saber acerca del manejo de ganado.
Hay problemas adicionales cuando se compran a ganaderos medianos 20 ó 40 animales para entregarlos a beneficiarios, esa es harina de un costal que parecen ignorar los operadores del programa.
Como cereza del pastel, el programa Sembrando Vida está beneficiando a rancheros con cientos de hectáreas, a puros ricachones. Esto es deshonestidad plena y es que la burocracia en secretaría, como la SADER, es la misma: de “fierro peñasquista”, corrupta hasta la médula.
De paso ya hay organizaciones como la de un tal Ahued que se apresta a suplir a la “Antorcha Campesina”, acaparar los programas.
Pero cabe una pregunta fundamental ¿qué hacen los superdelegados y superdelegadas federales en los que confía Andrés Manuel López Obrador? o son omisos o son corruptos.
¡Ojalá se haga una supervisión en campo para evitar que los propósitos del presidente se vayan por el caño de la corrupción!