Texto y foto: Arturo Contrera Camero
Este trabajo pertenece a Pie de Página, y se reproduce aquí por medio de colaboraciones con la Alianza de Medios de la red de Periodistas de a Pie. Encuentra la publicación original en el siguiente enlace: El anarquista que acuña monedas digitales
Escondida en una casa vieja de la colonia Del Valle hay un nodo de verificación de bitcoin. Aquí se gesta una resistencia ante los bancos y al sistema monetario. Con ella, buscan devolver el control de las monedas a la gente y quitárselo a los gobiernos del mundo.
A mitad de la colonia Del Valle hay una casa que pareciera olvidada. Su fachada de los años 40 con el tiempo se diferencia de los modernos edificios de departamentos que la rodean. Pocos lo saben, pero por este punto rebotan los datos de miles de transacciones valuadas en millones de dólares.
En esta casa hay un nodo verificador de la criptomoneda más famosa del mundo, el bitcoin.
Desde Casa Patricio, Alberto García Grillesca, lleva una resistencia contra el dinero fiduciario, el dinero tradicional que todos conocemos. Es socio de la editorial Minerva. En este lugar se llevan a cabo cineclubes, conciertos, conferencias, se reúnen intelectuales a trabajar, se gestan esfuerzos editoriales, muchos de ellos impulsados por la el manejo de una plataforma de criptomonedas.
Casa Patricio se llama este lugar que él mismo describe como un laboratorio cultural. Es el centro de una resistencia anarcocapitalista, término que asume el propio Alberto. Es una declaración a todos los sistemas monetarios del mundo, que reclama el control del dinero, secuestrado por los bancos centrales de todos los países del mundo.
“Lo hacemos porque no queremos ser víctimas de una cultura de políticas financieras dictadas por los bancos”, dice mientras toma un café en las cuartos de esta casa, transformados en improvisadas galerías de arte.
Según explica, bitcoin quita a los terceros: los bancos centrales, el monopolio de confianza del dinero. Esto gracias a la tecnología blockchain, un protocolo digital que garantiza la autenticidad y la no duplicidad de archivos digitales, en este caso, de una moneda digital estigmatizada alrededor del mundo.