León Manuel Bartlett es dueño de la empresa Cyber Robotics y estaba por venderle 20 ventiladores al IMSS Hidalgo, a 1.5 millones (muy caros), hasta que la periodista Laura Sánchez Ley evidenció la venta y la institución de salud casualmente canceló y devolvió los aparatos.
Los ventiladores provenientes de la empresa dirigida por el hijo de Manuel Bartlett Díaz, hoy director de la Comisión Federal de Electricidad mexicana, suben 620 mil pesos al precio que el Instituto Mexicano del Seguro Social con sede en el estado de Hidalgo ya había adquirido de la empresa Conduit Life, por unos aparatos muy similares.
La periodista Laura Sánchez Ley trabaja para Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), donde se divulgaría esta información el 30 de abril pasado argumentando que los ventiladores más caros del país eran esos de Cyber Robotics, quienes adquirieron un contrato con el IMSS el 17 de abril 2020, y cuyo dueño es nadie menos que el hijo del director de la CFE.
El trabajo de MCCI comprobaría luego que la tecnología médica adquirida para asistir a pacientes con la enfermedad COVID-19, definida por el Consejo de Salubridad General del gobierno como «equipo electromecánico controlado por microprocesador de soporte de vida para apoyo ventilatorio en pacientes que tienen comprometida función respiratoria«, variaría su precio 85% entre el ventilador más barato y el más caro en todos los IMSS del país.
Ya filtrado el escándalo, curiosamente el IMSS Hidalgo rechazó los productos que ya se habían entregado en la institución pública.
«Fuentes en el IMSS confirmaron que se entregó el producto, pero cuando se inició el proceso de revisión detectaron que los ventiladores no cumplieron al 100 por ciento con las especificaciones técnicas. Los 31 millones de pesos, según esas mismas fuentes, aún no se habían pagado«, se lee en la publicación reciente de MCCI, fuente de esta nota.
Y es que el 8 de mayo, la dependencia de salud explicó que el departamento de Operación Administrativa Desconcentrada Estatal en Hidalgo encontró que los ventiladores no tenían pantalla táctil, luego de revisarlos, y con ello no cumplieron con los requerimientos acordados por contrato.