MARÍA DE LOS ÁNGELES NIVÓN
Cada día que pasa sin vacunas, es más letal para la población.
México está sumido en la más desesperante incertidumbre ante la nula certeza de si habrá vacunas anticovid o no para el pueblo mexicano, más aún cuando el presidente de una de las naciones más poderosas del mundo, Estados Unidos, Joe Biden, le habría dicho a Andrés Manuel López Obrador que simplemente se ve imposibilitado para ayudarlo.
¡Sopas!
Y es que uno de los temas graves que nos ha pegado muy fuerte a las y los mexicanos, es la improvisación gubernamental, el problema no son las vacunas, sino el mal manejo que ha hecho “el zar del coronavirus”, Hugo López Gatell de la pandemia, a quien se le ha revertido todo, hasta el hecho de que para su mala suerte, AMLO se contagió y no se sabe con exactitud su estado de salud, el cual deseamos que salga avante de la enfermedad.
Hay un velo de oscuridad que envuelve a este tema de las vacunas, por un lado expertos comentan que la más efectiva es la Pfizer, la cual es muy probable que para mediados de febrero se pudiera tener en México, pero no hay seguridad en ello, ni el mismo canciller Marcelo Ebrard puede confirmarlo.
Por otro, es la posibilidad de traer a México la vacuna rusa que aún no aprueba la fase tres de sus ensayos, la Sputnik V, no cuenta con estudios completos y el gobierno de López Obrador pretende traer 24 millones de dosis, con la que López Gatell quiere tapar el hoyo que ha dejado la pandemia, cuya eficacia aún no está probada.
¿No es eso un crimen para el pueblo mexicano?
Sobre esta vacuna rusa, tomen nota, siempre quedan rastros, el 11 de agosto de 2020, el propio López Gatell aseguró que no sería ético por razones de bioseguridad usar una vacuna como la Sputnik V, que no haya terminado satisfactoriamente los estudios de la fase tres y el martes pasado anunció que la Cofepris la aprobará. Qué contradicción tan grave.
Exponen la salud de 120 millones de mexicanos y mexicanas. Ni Rusia, ni Argentina donde se aplica dicha vacuna han dado a conocer los resultados y sus contraindicaciones de la misma, carece de certificación y tampoco está avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por ello es doblemente criminal lo que Gatell pretende hacer de inocular a la población con esa dosis.
Gatell ya no es confiable, descuidó la salud de su propio jefe, del Presidente López Obrador, qué podemos esperar las y los mexicanos simples como Usted y como Yo.
Hay una tercera prueba, arribó a México el contenedor con el antígeno para la fase tres de la vacuna anticovid del laboratorio alemán CureVac, en la que participarán 8 mil voluntarios, la mitad de ellos recibirá la vacuna y el restante un placebo.
De acuerdo a las declaraciones de Marcelo Ebrard el estudio clínico será practicado en la Ciudad de México, Querétaro, Guadalajara y Monterrey, a ver si este ensayo trae buenos resultados, porque lo cierto es que están exponiendo la vida de miles de mexicanos, agarrándolos como “conejillo de india”.
Mientras el gobierno de López Obrador sigue pidiendo ayuda para que le envíen vacunas que no están certificadas, en México la gente se sigue muriendo, hay en total un registro –en cifras oficiales, de 159,100 muertos, y 2,064,109 casos positivos, por donde se quiera ver, es urgente implementar una estrategia de salud efectiva de gobierno para contener la pandemia.
Pero ello contrasta con las cifras que documentó el INEGI, en una encuesta levantada entre enero y agosto del 2020, donde calcula que hubo una mortalidad excedente de 108,658 personas fallecidas, es decir, un 44.8% más de lo que manejó en ese mismo periodo la Secretaría de Salud que reportó 75,017 decesos, lo que representa 33,641 defunciones más.
Estos datos lo único que demuestran es que el sistema de salud del gobierno de López Obrador no estaba, ni está preparado para hacer frente a la pandemia, que el covid sí es algo fatal, terrible, más mortal que la influenza, porque para combatir una enfermedad, cualquiera que sea, primero es importante conocerla y aquí todo lo improvisaron, han mentido irresponsablemente al pueblo de México.
Claro que México no es el único país que ha cometido errores en el manejo de la pandemia, pero eso no puede servir de consuelo, cierto, ahí está también Reino Unido, donde se registran más de 100 mil muertes, de ahí que el ministro Boris Johnson declarara el pasado 26 de enero que se asegurarían de aprender las lecciones, reflexionar y prepararse, lamentó cada vida que se perdió y asumió la responsabilidad de todo lo que ha hecho su gobierno.
En México ni de chiste hay alguna autoridad que reconozca los múltiples errores, de verdad, han sido muy irresponsables con el manejo de la pandemia, bueno que se puede esperar, si lo son con la información que debiera ser veraz y oportuna de la salud del propio Presidente, pero Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, quien por cierto trae un pésimo manejo de las mañaneras, carece de información real, solo atina a responder que la salud de AMLO es estable, “su salud es buena”.
Confiemos, de verdad, que así sea.
Es urgente pues, que en cuanto AMLO se recupere y regrese a retomar el mando de este país, den un golpe de timón y cambie la estrategia sanitaria en el manejo del letal coronavirus, no se puede seguir dando tumbos, ni seguir en la tónica de las mentiras, es prioritario comprar vacunas y solo hay tres que están certificadas que son la Pfizer, que se supone podrían surtirla a mediados de febrero; están la AstraZeneca y Moderna, pero no llegarán por su alto costo.
Hasta hoy no se sabe, se desconoce realmente si el gobierno mexicano tiene aseguradas las vacunas para los 120 millones de mexicanos que vivimos en este país, menos se tiene fecha para su entrega y aplicación.
Las omisiones del Subsecretario López Gatell han causado un daño irreparable en el país, con una mortandad opresiva, que duele, que enluta, que lastima y que no soporta más confusiones, ni improvisaciones y mentiras.
El pueblo de México, señor Presidente AMLO, pide vacunas, eso es lo urgente, esa es la segunda fase global de la pandemia.
CASTIGO EJEMPLAR A EDIL DE CHOAPAM POR IRRESPONSABLE
Después de que su propio gobierno municipal autorizara un baile popular el pasado 5 de enero en honor al “Niño Jesús”, el presidente municipal de Santiago Choapam, Evergisto Gamboa Díaz clamó ayuda urgente porque hay un brote de 400 personas contagiadas por covid19, de las cuales 14 fueron internadas y 11 fallecieron en esa comunidad colindante con el estado de Veracruz.
Hay un video como prueba del baile popular que realizaron, donde amenizó el grupo Costa Brava de Veracruz, que ya circula en redes sociales, donde se observa a una multitud bailando y sin cubrebocas, sin ninguna medida sanitaria y hoy sufren las consecuencias de la gravísima irresponsabilidad tanto de la gente como de la autoridad municipal que otorgó los permisos.
Ahora el alcalde exige mediante un oficio al presidente Andrés Manuel López Obrador y al gobernador Alejandro Murat Hinojosa la atención inmediata de los pacientes, ambulancia, insumos médicos, 10 tanques de oxígeno, víveres y que acudan médicos para salvar la vida de los enfermos.
Claro que como autoridades en el Estado es su obligación brindar la atención en salud a la población, pero también ya es necesario que se castigue a ediles irresponsables que permiten ese tipo de festejos, es importante sentar un precedente, porque después de que se supiera que ya había una vacuna, se relajaron las medidas y a la gente le valió la pandemia.
Como también le ha valido a algunos políticos, los mejores ejemplos de ese valemadrismo son Gerardo Fernández Noroña y Benjamín Robles Montoya, que realizaron una gira proselitista al interior del estado con mítines políticos masivos, donde tampoco se respetaron los protocolos sanitarios, ojalá no resulten brotes de covid19.
Porque ni bien salimos de la irresponsabilidad criminal que tuvo mucha gente con los festejos decembrinos, todavía no bajan los contagios de esas fiestas, ya no hay medicamentos, el oxígeno escasea y ni así entienden, como para que sigamos aumentando la curva de contagios.
Ya es hora de que se castigue este tipo de actitudes, porque la gente, los políticos y las mismas autoridades no van a entender de otra manera.
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