• Descubrieron a la oaxaqueña Karen Espinosa; hoy modelos de Talento Espina colaboran con marcas como H&M y los buscan grandes productoras de EU.

En dos horas tienes que agarrar un autobús para irte a la Ciudad de México. Con esta frase iniciaba un viaje cargado de primeras veces para Axayacatl Cruz, originario de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca. Su primera vez en la capital del país, su primer trabajo remunerado como modelo, las primeras fotos de su portafolio fuera de los paisajes oaxaqueños.

Este joven, de 21 años, forma parte de la primera generación de modelos de Talento Espina, una agencia oaxaqueña de modelos de piel morena, originarios del sur de México y, si es posible, con raíces indígenas.

Le llamaron de la marca The Pack. Aún hoy, este chico tímido de uñas pintadas de negro, manos tatuadas y arete en la nariz se emociona al recordarlo. Es estudiante de Artes Visuales pero nunca se imaginó que un día sería él quien estaría en el otro lado de la cámara.

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“Necesitamos recuperar nuestra identidad”, afirma Pompi García, diseñador de moda y uno de los tres talentos fundadores de la agencia, junto con el fotógrafo Enrique Leyva y la modelo Karen Vega. “El patrón en la industria de la moda siempre ha sido valorar el físico. Pero no se preguntan sobre la identidad y los orígenes”, añade.

Las ganas de generar un discurso sobre la historia individual y colectiva del sur de México a partir de la moda fue lo que inspiró a estos tres originarios de Oaxaca para lanzar Talento Espina, hace justo un año. 

Yalitza es mi mamá

Todo empezó con Yalitza Aparicio y el proyecto de fotografías de moda que García, de 40 años, y Leyva, de 26, nunca lograron hacer con ella.

“Yalitza nos representa a todos. En Oaxaca puedes tener mucho dinero o venir de una comunidad marginada, pero aquí todos se levantan a comer chocolate con pan de yema”, explica el diseñador de moda, a través de la pantalla de Zoom.

El fenómeno que causó la protagonista de Roma hizo vibrar los cimientos de la industria de la moda mexicana.

La directora editorial de Vogue México y Latinoamérica, Karla Martínez de Salas, confesó a La-Lista que con la portada que le dedicaron, en enero de 2019, se dieron cuenta de que a su audiencia le gustaba ver una belleza “como la suya” en las grandes publicaciones de moda. 

La actriz indígena y la gran aceptación que tuvo por parte del público no solo inspiró a quienes comparten sus mismos rasgos, sino que “les dio permiso” para ocupar lugares protagónicos en espacios donde históricamente habían sido excluidos.

“Nos dimos cuenta que Yalitza son todas: mi mamá, tu abuelita, mi hermana”, explica García. Así fue como él y Leyva pidieron a Karen Vega que posara para ellos en un proyecto de fotografías de moda, Realismo Mágico, a inicios de 2020.

La conocían porque en la comunidad, entre todos se conocen, y porque la esposa de su abuelo, gestiona el taller de costura de Pompi García, así que Karen le ayudaba a probarse sus vestidos.

“Llegó al set acompañada de toda su familia. Pompi la vistió, se puso enfrente de la cámara y, al primer clic, se transformó. Era una modelo, con esa mirada que a todos cautiva”, explica Leyva, de esa chica que en aquel entonces tenía 14 años.

Con Realismo Mágico empezaron las llamadas y los correos electrónicos de marcas, agencias, revistas pidiendo la participación de Karen en comerciales y en reportajes de moda, en México y en Estados Unidos. 

La modelo saltó al ojo público cuando Vogue la bautizó como “la primera modelo oaxaqueña” en las páginas de la llamada Biblia de la moda, en julio de 2020. 

Karen lideró y le siguieron hasta seis modelos más que forman parte de la cartera que la agencia no solo representa, sino que acompaña, protege y les hacen mantener viva la llama de la identidad sureña.

“Nunca había considerado apoyarme de mi cultura”, asegura Axayacatl Cruz, de familia zapoteca aunque los de su generación, ya no hablan la lengua indígena. 

“Veo lo poético en el hecho de que somos diferentes y entender que esto es el sur de mexico, esto es Oaxaca y tenemos el mismo mérito que cualquier otra cultura”.

Somos espinas

El nombre Talento Espina nació de un libro de botánica y del rol protector y nutritivo que tienen las espinas en el mundo natural.

Sus talentos han colaborado con marcas como H&M, han aparecido en revistas como Vogue, Vanity Teen, y los han buscado de grandes productoras estadounidenses, así como de Netflix Estados Unidos y Netflix México. 

Pero ahí es donde la agencia saca las espinas, porque sus talentos no son solo belleza del sur de México, sino que también tienen historia.

“Tenemos a un modelo que trabaja de panadero y se levanta a hacer pan a las 7 de la mañana. Por eso nosotros tenemos que preguntar si hay presupuesto para hacer los trabajos, porque a mí sí me cuesta sacar a un niño de un vida poco privilegiada”, explica Pompi García. 

Todas las marcas han puesto un presupuesto mínimo por los trabajos. La agencia, se queda un 20% de comisión.

“Queremos mantenerlos a ellos emocionados y que sepan que su trabajo es sustentable”, explica el diseñador oaxaqueño. “Yo soy la mamá que graba con el iPad a sus niños y Enrique es el papá que los cuida y maneja la bolsa. Somos espinas, somos una familia”.

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