El expresidente de México participa este martes en un foro económico en esta frontera, su presencia revive heridas de su guerra contra el narcotráfico, que dejó más de 10 mil 500 víctimas en la ciudad, y las críticas que le recuerdan que no es bienvenido
ROCÍO GALLEGOS Y BLANCA CARMONA / LA VERDAD
A casi 10 años de última visita a Ciudad Juárez como presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa regresa a esta comunidad fronteriza que aún vive los estragos de ‘la guerra contra el narcotráfico’ desatada en su sexenio y que cobró la vida a más de 10 mil 500 personas.
En aquella ocasión, febrero del 2012, Calderón acudió para hacer un balance de su programa “Todos Somos Juárez, Reconstruyamos la Ciudad” y de las acciones militarizadas contra el crimen organizado. Lo hizo acompañado de Genaro García Luna, su secretario de Seguridad Pública, quien ahora se encuentra detenido en Estados Unidos, acusado de narcotráfico.
El expresidente volvió a Juárez para participar este martes en un foro económico donde se exploraran las nuevas oportunidades de inversión que ofrece esta ciudad, con su trayectoria industrial y su infraestructura de exportación. Compartirá el escenario con la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, quien públicamente lo reconoce como su mentor.
El evento, organizado por Grupo Expansión, se llevará a cabo este 19 de octubre, en el Centro de Convenciones Cibeles, justo donde el 11 de febrero del 2010, lo increpó Luz María Dávila, la mujer que perdió a sus dos únicos hijos –Marcos y José Luis Piña, de 19 y 17 años de edad, respectivamente– el 30 de enero de 2010, en la masacre de Villas de Salvárcar.
“Discúlpeme, señor Presidente, pero no le doy la mano porque usted no es mi amigo. Yo no le puedo dar la bienvenida porque para mí usted no es bienvenido…” le gritó Dávila de frente a Calderón al exigirle entonces una disculpa por haber llamado a sus hijos pandilleros.
La visita de Calderón Hinojosa para participar en un acto público removió las heridas arrastradas por la espiral de muerte que durante su gestión (2006-2012) alcanzó niveles nunca vistos en esta comunidad y dejó más de 10 mil 500 víctimas, homicidios que heredó sin resolver.
‘NO ES BIENVENIDO’
Para Óscar Enríquez Pérez, sacerdote y director del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, Calderón “no es bienvenido, ni como ciudadano y como expresidente, por todos los perjuicios que causo”, con su política “mal pensada” contra el narcotráfico.
“Es un personaje que hizo mucho daño a la ciudad, pienso que la ciudadanía en general rechaza o manifiesta, de muchas maneras, una crítica muy fuerte, social, en contra de la política que implementó Felipe Calderón”, dice, “Juárez fue de las ciudades más afectadas, hubo más de 10 mil muertos y miles de víctimas de los abusos del Ejército y de la Policía Federal, y que últimamente han salido a la luz pública”.
Enríquez Pérez considera que sería importante que el expresidente aceptara todo el daño o el mal que hizo a la sociedad juarense.
En eso coincide la doctora Leticia Chavarría, quien durante la implementación de ‘Todos Somos Juárez’ participó en la Mesa de Seguridad. Calderón Hinojosa “es la persona responsable de lo que ocurrió en Ciudad Juárez en esos años”, afirma. “No tiene la calidad moral para ahora venir a decir que va a fomentar o impulsar el desarrollo en esta ciudad”.
“Sin estar preparado, sin tener personal capacitado para enfrentar esta supuesta guerra, en donde todos vimos y fuimos testigos de que había también involucrado personal de seguridad, y eso lo sabíamos en ese momento y después se confirmó con la aprehensión de Genaro García Luna, que era en ese tiempo su brazo derecho en materia de seguridad”, expone en entrevista sobre la visita del expresidente a la frontera.
Chavarría considera que pese a la estrategia que implemento Calderón durante su sexenio, no se alcanzó la paz porque la violencia no se detuvo.
A su vez, Gero Fong, representante del Movimiento contra la Militarización Juárez, considera que es un cinismo la presencia del expresidente en un foro económico, donde se van a exponer las oportunidades de inversión que ofrece la ciudad.
“El mandato de Felipe Calderón dejó a la economía del país en muy malas condiciones”, dice, “pero sobre todo, se caracterizado por ser un sexenio en donde hubo un gran cantidad de asesinatos… desatando una ilegal guerra, supuestamente en contra del narcotráfico, en donde realmente no se atacó a las bandas del crimen organizado y dejó un costo muy alto en vidas humanas de gente inocente”.
Fong señala que el sexenio calderonista también dejó un legado de militarización que hasta la fecha no ha podido terminar, una estela de violaciones a los derechos humanos y un retroceso en materia de derechos civiles.
Las heridas que dejaron sus acciones contra el crimen organizado no han sanado todavía, afirma. “Hay muchas secuelas, hay jóvenes que quedaron huérfanos, muchos jóvenes murieron, sigue habiendo asesinatos en la ciudad todavía… el desastre que Felipe Calderón inició, aún no ha terminado”.
Gero Fong es un férreo opositor a la militarización. Ha exigido el cese acciones militares en materia de seguridad pública, tanto en la administración de Calderón, como de Enrique Peña Nieto y ahora, al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
La presencia del expresidente Calderón en Ciudad Juárez trascendió hace unos días por los anuncios del foro económico en panorámicos, así como por la información difundida por los organizadores del evento. Será su primer acto público en esta frontera desde que dejó la presidencia de México; en junio de 2015 acudió de manera discreta al funeral de empresaria juarense Magaly Fuentes Yanar.
Tanto Enríquez, como Fong y Chavarría coinciden en lo contradictorio de tener al expresidente Calderón aquí para hablar bien de Juárez.
“Es un cínico” afirma Fong. “Felipe Calderón no tiene calidad moral para venir a Ciudad Juárez y estar dando lecciones, ni de economía, ni de gobierno ni de seguridad, ni de nada”.
Leer más:
