En el conversatorio “La basura nos alcanzó” del pasado 18 de octubre personas investigadoras, expertas e integrantes de comunidades afectadas denunciaron una vez más que el manejo de la basura en la Zona Metropolitana de Guadalajara responde a intereses privados, daña profundamente la vida de las personas y es insostenible para los ecosistemas.
Además, profundizaron en las causas del problema y se acercaron a las primeras pistas sobre aquellos aspectos que debería incluir un nuevo modelo de gestión de los residuos. Entre ellos está el trabajo municipal, la reducción de la basura generada y transparencia.
Por: Ximena Torres | Foto de portada: ZonaDocs | ZonaDocs
“El mejor relleno sanitario es el que no existe”, dice el profesor Gerardo Bernache del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) Occidente, pues asegura que todos estos sitios provocan problemas de contaminación a largo plazo. A pesar de eso, en la Zona Metropolitana de Guadalajara no se han podido gestionar de otra manera las 5 mil 300 toneladas de residuos sólidos urbanos que sus habitantes generan cada día y que, además, aumentan de 2 a 5% cada año.
El diálogo sobre la basura se dio el pasado 18 de octubre, durante primer conversatorio “La basura nos alcanzó” realizado en conjunto porUn Salto de Vida A.C., Casa CEM, el CIESAS de Occidente y el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).
Los y las organizadoras reconocen que en los últimos meses el modelo de gestión los residuos de Guadalajara ha sido un tema de discusión por el cierre atrasado del relleno sanitario Los Laureles, así coma la propuesta y posterior cancelación de un nuevo vertedero en Tala llamado Centro Integral de Economía Circular (CIEC).
Ante eso, creen que no pueden dejar de cuestionarse la manera en la que se dispone de la basura, que desde hace décadas responde a los intereses particulares de quienes controlan el negocio. Específicamente de la empresa Caabsa Eagle.
Esta vez, en el conversatorio llevado a cabo en ITESO decidieron profundizar en el análisis para resaltar que el problema de la basura está impulsado, en primer lugar, por el consumismo y el sistema capitalista. En un segundo momento del problema, está la falta de tratamiento, separación y valorización de los residuos, pues 95% de ellos terminan enterrados en basureros, aunque puedan ser utilizados para otros fines.
La actividad fue la primera de muchas que se planean entre personas investigadoras, científicas, comunidades afectadas e instituciones públicas, con el fin de generar mejores propuestas para incidir en la gestión de residuos metropolitanos.
Megaproyectos de muerte del consumo desmedido
Durante el conversatorio Graciela González, habitante de El Salto y maestra en Ciencias de la Salud Ambiental por la Universidad de Guadalajara, aseguró que es momento de concebir el problema de la basura desde una nueva perspectiva, pues hasta ahora, gran parte de la población considera que los vertederos, así como sus implicaciones sociales y ambientales son “un mal necesario”.
Todos los participantes en la conversación coincidieron que el problema inicia con el sistema económico mundial basado en el consumo y desecho desmedido. Por eso ya no es suficiente solo separar la basura, sino que no hay que comprarla, afirmó la maestra Graciela.
Las y los ponentes también aseguraron que en Jalisco y México se tiene una visión muy limitada de lo que implica la gestión de los residuos, sobre todo las autoridades responsables de la tarea. Pareciera que una recolección “adecuada” es un manejo suficiente, pero como usualmente lo explican en Un Salto de Vida, el camión de la basura no es mágico y desaparece lo que se lleva, sino que los traslada para invadir otras comunidades, como todavía sucede en El Salto con el relleno Los Laureles.
“En otras partes del mundo están pensando en reducir, reusar, en producir energía y al último, en un relleno sanitario y en México parece que estamos a la inversa” explica Graciela González.
Por otro lado, como insistieron Gerardo Bernache del CIESAS de Occidente y José Casillas, comunero de San Francisco de Ixtcatán, en la basura hay un negocio millonario, donde también se hace presente la corrupción que enriquece a un grupo muy reducido de personas. Resaltaron el “servicio de tercera” que Caabsa Eagle ha ofrecido durante sus décadas como concesionario principal de la recolección y “manejo” de los residuos de la ZMG.
“En Matatlán abandonaron el sitio, en los Laureles quieren hacer lo mismo. No invierten en un plan de cierre, abandono y recuperación adecuado, pero el gobierno llega a resolverles los problemas” mencionó Bernache.
Considerando los antecedentes de la empresa privada, Juan Díaz, habitante de Tala, relató la experiencia de oposición que su comunidad emprendió desde hace un par de meses por la propuesta de construcción del nuevo vertedero, el CIEC.
“Estuvimos a punto de convertirnos en el basurero, pero la información nos ayudó a luchar. Otra parte se hizo sola por las contradicciones de la propuesta. Nosotros las evidenciamos y el proyecto no se pudo sostener. Una de ellas fue el uso de la Norma Oficial Mexicana NOM-083-SEMARNAT-2003 como referencia. Esta norma esta rebasada porque el CIEC de Tala iba a ser un basurero metropolitano y la norma habla de la gestión de residuos en los municipios”.
Con la cancelación del nuevo vertedero, Juan Casillas invita a estar atentos a propuestas futuras de las autoridades, pues con el cierre de Los Laureles buscarán nuevos parches a costa de las comunidades. En el conversatorio puso como ejemplo los casos del pueblo de Arcediano en Guadalajara o de El Tempisque en Zapopan, donde todos los y las habitantes fueron desplazados por megaproyectos.
Las y los asistentes también hablaron de las consecuencias de los “mega monstruos mal manejados”, como llama Graciela a los basureros metropolitanos. Entre los daños está el bienestar y hasta la vida de las comunidades ubicadas cerca de esos sitios de disposición final de residuos. El deterioro puede ser de seis o más kilómetros a la redonda. Depende de la topografía y los canales de comunicación existentes, como los ríos.
Por otro lado, están las consecuencias para el medio ambiente. El aire, por la liberación de gas metano, y el agua, por los metales pesados de los lixiviados, son los ambientes más afectados. Los participantes del conversatorio aseguraron que no es casualidad que los vertederos de Guadalajara se encuentren sobre cuerpos de agua, pues de esa manera difuminan el problema.
Los problemas ambientales provocados por un basurero pueden ser de hasta 100 años, explicó Gerardo Bernache, experto en la problemática socioambiental de los residuos.
“Cuando nos manifestamos en contra de los basureros las empresas y gobiernos nos preguntan “’¿Cuántas personas se ven afectadas?’. Omiten con eso a las plantas y animales silvestres, el suelo, los elementos vivos endémicos de la región, las aguas superficiales, los sitios arqueológicos, la historia de nuestros pueblos y nuestros muertos” dijo José Casillas, habitante de los conocidos como “pueblos de la barranca” del Río Santiago.
¿Qué debería incluir un nuevo modelo de gestión?
Como primeras pistas, en el conversatorio del 18 de octubre pasado, Graciela González recalcó que en lugar de megaproyectos de muerte que alojen la basura de toda la metrópoli, cada municipio se debe hacer cargo de sus residuos, además de trabajar para reducirlos, separarlos y revalorizarlos.
El investigador del CIESAS, Bernache, agregó la propuesta del Instituto Metropolitano de Planeación (IMEPLAN) de reducir 30% de los residuos de Jalisco para 2030. Eso implicaría no generar o separara y dar un tratamiento alternativo a casi dos toneladas de basura cada día para que no llegue a los vertederos. Para lograrlo, el doctor afirma que es necesario “alejarse de la lógica de Caabsa”.
Por último, en una nueva gestión tiene que haber transparencia de recursos. Los y las especialistas exigen que las inversiones y gastos de cualquier empresa que tenga que la concesión de la basura tiene que ser información pública, pues “en lo oscuro florece la corrupción y la ineptitud”.