Uno de los mayores comerciantes de muebles en el mundo está vinculado a la tala ilegal en zonas protegidas de Siberia. Según una investigación de Earthsight la deforestación se hace en complicidad con políticos rusos. En la COP26, sillas, mesas y sillones de Ikea ayudaron a recibir a líderes de Estado, diplomáticos, activistas y periodistas
Texto y fotos: José Ignacio De Alba | Pie De Página
GLASGOW, ESCOCIA.- A pesar de que la COP26 es un evento de Naciones Unidas, también es un evento patrocinado por compañías privadas. En esta ocasión, aunque es paradójico, empresas dedicadas a los combustibles fósiles como National Grid, marcas de vehículos como Land Rover, gigantes informáticos como Microsoft, farmacéuticas como GSK y la multinacional Ikea son patrocinadores de esta edición de la gran cumbre del clima.
La mayoría de los muebles de la convención fueron cortesía de Ikea, la empresa sueca que ha logrado posicionarse en prácticamente todo el mundo. Sus muebles para armado y de diseños funcionales amueblan millones de hogares. En la COP26 miles de sillas, mesas y sillones ayudaron a recibir a líderes de Estado, diplomáticos, activistas y periodistas.
Pero en una sede alterna a la COP26 la organización Earthsight presentó un informe sobre la compañía Ikea. La organización inglesa se valió de reuniones encubiertas, visita a los sitios de deforestación, imágenes satelitales y procesamiento de datos para investigar el destino de 2.16 millones de metros cúbicos extraídos de Rusia.
Earthsight encontró que los madereros rusos “tiraron millones de árboles con el falso pretexto de que estaban muertos, enfermos o dañados, lo que es conocido como como derrumbe sanitario. Con frecuencia los árboles enfermos son usados como excusa para burlar las leyes de explotación forestal en Rusia”, dice el informe Ikea´s House of Horrors.
Rusia es uno de los grandes exportadores de madera en el mundo. Casi la mitad de su territorio, unos 800 millones de hectáreas, están recubiertas por árboles. La tundra ártica y las estepas forman el bosque más grande del planeta. Pero desde hace años este tesoro verde ha sido saqueado. A través de políticos corruptos y de empresas como Ikea la biodiversidad de este sitio corre peligro.
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