Ángel Mar Guzmán Guevara es un niño artista que ama elaborar juguetes y arte con plastilina. Sus figuras ya alcanzan las 300 piezas.
Diana Manzo | Fotos: Diana Manzo
Espinal, Oax. (página3.mx).- Ángel Mar Guzmán Guevara es un niño artista que ama elaborar juguetes con plastilina.
Su talento es nato y creativo desde los cuatro años de edad; tiene una colección de 300 piezas, su favorito es “Venom”, un personaje de caricatura que le llevó seis días elaborarlo.En el kiosko de El Espinal, Oaxaca, de donde es originario, el pequeño artista presentó su arte con plastilina a sus amistades y familiares; esto como una forma de inspirar a otros menores a voltear la mirada por las artes, porque para él significa su todo.
En esta muestra, le acompañaron su madre Celina Guevara Pérez, su padre Antonio Guzmán Ramírez y el artista plástico Pedro Hernández, que fungió como padrino de inauguración.
Jugar y moldear con la plastilina le ha servido para canalizar sus emociones, nunca ha pensado que es un trabajo ni un oficio; él lo disfruta como lo que es, un niño de 9 años de edad que estudia el cuarto grado de primaria.
Su colección la hizo en su mayoría de plastilina, fomy moldeable y cartón.Utiliza para su elaboración alambre, papel aluminio, cinta adhesiva, pintura acrílica, palillos, papel, corcholatas y todo lo que puede reciclar, el menor lo aprovecha.
Las formas y las texturas que usa para plasmar su arte son finas, cuida los detalles, porque eso significa lograr la similitud con sus piezas de arte.
El niño que crea arte con plastilina
Risueño y con decisión, habla de cómo aprendió a construir sus piezas. “Me gusta crear, entonces mi mamá me dio plastilina, masa moldeable, y hasta masa para poder jugar, poco a poco fui creando mis personajes favoritos de caricatura y al mostrarselos a mis amigos y familiares, les gustó mucho”.
La naturaleza, observar las flores y oír a las aves cantar, así como los colores y texturas son fundamentales para el desarrollo de su arte; por eso cada que puede, visita el parque o un jardín colorido.
Paciencia y creatividad son los requisitos importantes para el arte de la plastilina, porque no solo es moldear sino diseñar a exactitud las figuras, y es donde entra el reto, que para nada le crea estrés ni ansiedad al niño.
Ángel sonríe al explicar que sus piezas las elabora con cariño, les pone amor a cada una y por eso se relaja.
“Amasar la plastilina y combinarlo con otros elementos me da tranquilidad, me gusta, lo disfruto y por eso pude lograr esta colección de 300 piezas, que incluyen personajes de caricatura, de la naturaleza, la selva, acuáticos, y hasta músicos, como lo es Chalino Sánchez”, dice riéndose.
También cuenta con una colección de la cultura mexicana que elaboró en Día de Muertos con tumbas de cartón. Al día le dedica mínimo 8 horas, él elabora su arte sin mirar el reloj y sin la presión del tiempo.
Estamos orgullosos dice su madre, una joven mujer que está contenta como su pequeño hijo ha logrado canalizar sus emociones en este arte; que seguramente, dice, será un buen adulto.
Para seguir elaborando piezas con plastilina, el menor vende sus personajes, tiene pedidos de amigos y familiares y solo les cobra lo que invirtió en material.
El sueño de Ángel Mar es seguir elaborando más piezas y exponerlas en otros recintos; por ejemplo en las escuelas, para que otros niños lo vean y aprendan.
“El arte sana, cura, recrea, motiva y es amor, invitó a más niñas y niños a que hagan sus figuras, que hagan arte y sean buenas personas”.
Además de ser artista plástico, el menor es un talentoso del piano y un excelente alumno.
