De las múltiples acciones cuestionables de los gobiernos anteriores, la desincorporación de la secretaría de Salud del ámbito federal para pasar al control de los estados fue especialmente importante. La verdad no sé cómo se llama ese proceso pero en esencia fue eso, que el gobierno federal delegó la responsabilidad de la atención a la salud de la población a los gobiernos estatales. Lo mismo hicieron con la educación.
Creo que ambos salieron mal, a la larga el fracaso fue rotundo, estrepitoso y creo además que la razón para hacerlo fue simplemente deshacerse de aspectos que le resultaban incómodos, molestos al gobierno federal, por problemáticos, principalmente el hecho de recibir las tradicionales peregrinaciones a la Ciudad de México de manifestantes inconformes y sus correspondientes plantones.
Sin embargo lo único que se logró fue convertir un gran problema único, si bien con múltiples aristas, en diversos pequeños grandes problemas, con la única salvedad que en teoría ya no eran competencia del gobierno federal sino que cada estado tenía que apañárselas como pudiera.
Pero no funcionó en realidad y según me parece nunca dejó de haber inconformidades que terminaban con el tradicional viaje a la ciudad de México para realizar manifestaciones, plantones y demás actividades recreativas con el fin de hacer presión en pro de las causas e intereses que fuese. Y porque los gobierno estatales fueron incompetentes y corruptos, lo suficiente como para sumir esas áreas en el caos.
No estoy muy bien enterado de qué tan mal resultó en la educación, pero al menos con respecto al estado de Oaxaca sí recuerdo que se dijo que el IEEPO hizo muchas extrañas concesiones al magisterio, la sección XXII, que incluso imponía funcionarios al instituto.
Tengo entendido que había, quizá todavía hay ahí, personal que tiene carácter eventual, los famosos interinos. Un interinato limitado puede durar un cierto periodo y tras su finalización se puede o no obtener otro, alguien podría quizá trabajar cierto tiempo así, de interinato limitado en interinato limitado. Y podría suceder que finalmente obtuviera un interinato ilimitado o una base o que, por el contrario, dejara definitivamente de trabajar ahí.
En salud, por su parte, empezaron a aventarse las puntadas de crear las categorías de trabajador formalizado y trabajador regularizado que se sumaron a los de base y eventuales.
Como se ve, los trabajadores eventuales en salud han existido desde siempre, o al menos desde hace mucho, seguramente desde antes que surgieran los formalizados y regularizados. De hecho yo mismo trabajé un breve periodo en los noventa como eventual, en ese tiempo mi contrato fue de tres meses, cubriendo una baja temporal por licencia de maternidad y no volví después a trabajar en salud hasta el 2016.
De hecho, como ya he comentado en ocasiones anteriores, muchas de las instituciones gubernamentales —quizá todas— contratan personal que realiza labores por periodos determinados. Ocurre, por ejemplo en el INEGI (trabajé ahí también, como eventual), SEDESOL (donde también estuve presente en dos ocasiones, en un programa de becas y en el de 70 y más) y el INE (ahí si no me he metido, ni quiero).
En esas instituciones éste proceder es lo más lógico , vamos que no todo el tiempo se están haciendo elecciones ni censos o procesos similares, que son tareas que tardan en completarse un relativamente breve periodo de tiempo, y tras la finalización de las mismas esos trabajadores eventuales que hicieron la obra no son realmente necesarios.
Con respecto a la salud es completamente diferente, los hospitales no funcionan por temporadas, los centros de salud no cierran en verano ni deja de haber consultas en ninguna época del año, de modo que el personal sanitario es necesario en forma continua, incluso usted sabe que los hospitales no cierran nunca, no en días festivos, no en vacaciones de semana santa ni en ningún otro momento, por el contrario, ahí se trabaja las 24 horas del día, los 365 días del año.
Basándome en lo que he visto suceder en los servicios de Salud de Oaxaca puedo decir que la contratación de personal con categoría eventual se hizo de un tiempo para acá, no sólo para cubrir temporadas de incapacidad o licencias prolongadas de otros trabajadores, sino más bien en algún momento se dieron cuenta que de esa manera podían ahorrar recursos (que seguramente posteriormente serían ejercidos indebidamente, robados pues) ya que dicho personal eventual sorprendentemente y en una abierta violación a la ley federal del trabajo (según el bufete de abogados «Mis nervios y asociados») no tiene derecho a ninguna prestación y su salario es el más bajo de todos los demás, aún y cuando pertenezcan a una misma categoría que otros trabajadores.
El deterioro del sector llegó a un grado tal que fue siempre una prioridad de la 4T donde se ha decidido recuperar el control y se creó con tal finalidad el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) que está ahora mismo intentando instalar el orden en el caos. Ha tenido un arranque algo incierto, parece haber indecisiones y además los tiempos pandémicos no han facilitado ni siquiera un poco las tareas.
Y por alguna razón, que podría ser simple inercia, falta de tiempo para una mejor planeación o hasta incapacidad, no se han librado los encargados del INSABI de algunos tropiezos, demoras y según mi criterio, hasta de repetir algunos errores o como mínimo prácticas indeseables.
El surgimiento de la pandemia influyó mucho para precipitar el inicio de operaciones del instituto, el recogimiento de una buena parte del personal de salud al resguardo preventivo detonó el ingreso de personal para apoyar en donde hacía falta. Había una necesidad qué cubrir, no se puede negar, pero la forma de hacerlo según mi opinión quizá habría podido ser mejor porque ese personal fue contratado como eventual. Así es. El INSABI tiene sus propios eventuales.
Desde hace meses había gran inquietud entre el personal eventual del INSABI, personalmente supe de algunos compañeros que ante la incertidumbre prefirieron renunciar ya que no vislumbraban sino un destino tanto o más cruel que el de los eventuales de los SSO, cuando lo que todos deseamos y tenemos como una legítima aspiración es la certeza laboral, prestaciones de ley y un salario al menos igual al del resto de los compañeros del mismo nivel.
Todos en la 4T, del presidente para abajo, estaban sabedores de la situación crítica de los trabajadores eventuales en salud, en todo el país, por eso no puedo entender que hayan llegado a determinar que era una buena idea agregar a los miles ya existentes otro tanto más. Suficientes problemas recibieron al llegar como para encima crear otros nuevos, no termino de comprender la razón.
Tengo entendido que conforme se acerca el fin de año, cuando finalizará también el contrato vigente de los eventuales del INSABI, está creciendo el nerviosismo entre ellos, con mayor razón porque como ya es costumbre no hay información clara disponible, es decir que no se sabe de momento qué va a pasar con todos ellos. ¿Los volverán a contratar? ¿Por cuánto tiempo? ¿Serán incluidos en el programa de regularización de trabajadores eventuales de salud? ¿En qué condiciones? ¿O simplemente les darán las gracias por participar?
No tengo el dato de cuántos son pero sin importar la cifra no sería extraño que dentro de unas semanas se empiecen a escuchar sus quejas y reclamos, que a mi parecer serían perfectamente lógicos y legales, cómo no.
Espero equivocarme pero creo que esa situación podría llegar a ser perversamente utilizada por los opositores, que ante la debacle total que les ha ocasionado el gran descrédito que padecen por la tozudez con la que defienden una ideología que sobradamente ha demostrado ser perniciosa para la nación, están metidos en un frenesí tan desbordado que ya cualquier idea, por inverosímil, extravagante o inaudita que le parezca a cualquier persona medianamente inteligente, la consideran un argumento válido, de gran peso y contundente para demostrar que vivimos en una dictadura, que ya casi estamos igual que la pobre Venezuela, que nos están llevando a un comunismo rampante y demás sandeces.
Vea usted si no, al maistro Juai-De-Rito, vocero cuasi oficial de Calderón, asegurando que AMLO intenta timarnos con un paseo en un tren «que no existe», subiéndose a un simulador que encima falla notoriamente «como la misma 4T», y las ventanas, donde se supone se está proyectando la dichosa simulación, al final «se ponen en blanco» evidenciando el truco.
¿Cuánto valdrá la dignidad del pseudo-periodista? La verdad es que a mí no me convencerían de hacer un ridículo semejante por menos de 100 millones de dólares, un viaje todo pagado —sólo de ida— con todo y mi familia hasta las antípodas y un cambio de identidad para todos nosotros. Por menos de no vendería mi dignidad. La verdad es que están recurriendo ante la falta de recursos válidos a las teorías de la conspiración. Es eso, no tienen nada más en qué sostenerse sino en locas teorías absurdas.
En fin, es lógico pensar que llegado el momento no estarán conformes los eventuales del INSABI simplemente con que les digan que ya no se les necesita o que pasarán a alguna especie de bolsa de trabajo para ser tomados en cuenta cuando haya alguna oportunidad, no olvidemos que se supone que está en marcha un programa nacional de regularización de trabajadores eventuales de salud que ya estábamos trabajando desde antes que el INSABI existiera y estamos en espera de una solución de fondo, donde suponemos ser una prioridad, por tener una mayor antigüedad que los compañeros eventuales del INSABI.
¡Hasta aquí mi reporte, Parlanchín Locas-Crónicas!
- Adrián Lobo.
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