Jaime GUERRERO
OAXACA, Oax. (pagina3.mx).-Oaxaca enfrenta una severa crisis de contaminación en sus principales ríos de los Valles Centrales, debido a que en los ríos Atoyac y Salado, se descargan lo equivalente a 124 pipas de aguas negras, cada hora y peor aún, al tiradero de residuos sólidos a cielo abierto que actualmente está ubicado en la Villa de Zaachila, se le están exprimiendo los días porque ya fue rebasado.
Pese a esa problemática, las autoridades federales, estatales y municipales, se avientan “la bolita”, principalmente las municipales que por la negativa social, no se da paso a una solución integral.
Durante su comparecencia ante la Comisión Permanente de Medio Ambiente, Energías Renovables y Cambio Climático, la titular de la Secretaría del Medio Ambiente, Energías y Desarrollo Sustentable (Semaedeso), Helena Iturribarría Rojas, reconoció que las acciones para la protección del medio ambiente en Oaxaca, son insuficientes ante el grave problema ambiental en el estado.
Al menos dos años lleva el proyecto del plan de rescate de los ríos Atoyac y Salado que inició con Banobras, mediante un convenio de proyecto financiero que no prosperó, diagnosticó que, en siete tramos de esos afluentes, tienen alto grado de contaminación.
En flora y fauna rivereña de 16 municipios se establecieron 18 puntos de monitoreo donde de detectó que hay pocas especies.
En otras partes, como San Lorenzo Cacaotepec, Mitla se encontraron tortugas y peces endémicos.
No obstante, Iturribarría Rojas, reveló que se detectaron y georeferenciaron 86 cargas directas de aguas negras equivalentes a 36 litros por segundo, es decir se tiran aguas negras de drenaje a los ríos Atoyac y Salado, lo equivalente a 124 pipas cada hora.
De las 31 plantas de tratamiento, 15 están activas, 9 inactivas, 5 fuera de operación y 12 quedaron a medio concluir. De los 38 municipios con red de alcantarillado, están malas condiciones.
Se identificaron 69 tiraderos de residuos solidos a cielo abierto, 101 sitios de extracción de materiales pétreos.
No obstante, solo se construyeron los términos de referencia junto con Banobras, a través del Programa Promagua. Los términos de referencia del plan de rescata fueron validados por las oficinas centrales de Conagua.
En la elaboración del plan de rescate de los Ríos Atoyac y Salado han participado municipios, los tres niveles de gobierno.
Iturribarría Rojas, refirió que cuando se inició el plan de rescata de esos afluentes, participaban 38 municipios en el 2018, vinculados por una demanda de amparo que emitió en Juez Federal en el que se ordenaba la instrumentación de un plan de rescate de los ríos salado y Atoyac.
No obstante, se han vinculado 54 municipios vinculados al plan de rescate, pese a que la visión que se debe de tener es de Cuencas, para abarcar el 30 por ciento del Estado.
La empresa a la que se adjudicó el plan de rescate fue a la empresa Ángel García García, por un monto que no supero los 10 millones de pesos.
En tanto, la titular de la Semaedeso, reiteró que el tiradero está rebasado, desde hace mucho tiempo y aun cuando hay dos proyectos para establecer un nuevo tiradero, en ambos casos la población de esos lugares lo han rechazado.
Uno de ellos se ubica en San Martín Tilcajete, pero la comunidad no lo quiere, un segundo en San Andrés Zautla en el distrito de Etla, pero en cuanto se anunció, los pobladores manifestaron su rechazo.
Explicó que aun cuando se ha considerado la instalación de una planta de separación de residuos, no existe un predio para dicho espacio, ni mucho menos una inversión autorizada, por lo que debe seguir operando Zaachila.
Los esquemas planteados en pasadas gestiones de la Semaedeso, fueron asociaciones público – privadas, pero cualquier esquema ha sido rechazado por los pobladores.
Refirió que de la deuda por 3 mil 500 millones de pesos autorizado por el Congreso al Gobierno de Oaxaca, al menos 22 millones de pesos son para la compra de un predio de 7.6 hectáreas junto al relleno y se ha estado negociando la posibilidad para una ampliación y de darle una tregua en lo que se acuerda donde se trasladará el basurero.
Manifestó que esto permitiría el cierre técnico de la actual superficie y una etapa de operación emergente, debido a que opera de forma critica.
El problema en la solución, radica cuánto está dispuesto a pagar los gobiernos porque la operación en Zaachila le cuesta a los municipios que pagan, 80 pesos la tonelada, mientras que una planta de separación cuesta cerca de 1 mil pesos por ingreso de 1 sola tonelada de residuos.
A juicio de la titular de la Semaedeso, se requiere de una tregua de tiempo de 2 años para plantear un proyecto, entre ellos, una planta de separación, trasladarlo a otro sitio, pero el acuerdo radica en los municipios, al ser una responsabilidad de los ayuntamientos.
No obstante, los proyectos presentados en Tilcajete y luego de San Andrés Zautla, no tuvieron consenso social con los pobladores y liderazgos de esa zona.
Otro proyecto, son las celdas pero requieren la ejecución de trabajos especiales para generar energías por medio de residuos.
Por lo pronto, apeló a la suma de voluntades de las y los diputados para que las autoridades municipales asuman su responsabilidad con el medio ambiente, debido. Que es responsabilidad exclusiva de los ayuntamientos atender el fenómeno de la contaminación. No obstante, reiteró el acompañamiento permanente de la Semaedeso.
