Diana Manzo
Puente Madera, Oax.- Las voces y las luchas de pueblos, colectivos, comunidades y defensores llegaron a Oaxaca en la Caravana del Sur, que partió ayer de Chiapas.
El objetivo es articular las luchas en torno a la defensa y resistencia de los megaproyectos, en especial el Corredor Interoceánico y Tren Maya, las obras “consentidas” del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
La caravana arrancó en Pijijiapan, Chiapas, el 25 de abril, sigue su recorrido por:
- Oaxaca,
- Veracruz,
- Tabasco,
- Campeche,
- Yucatán,
- Quintana Roo
Regresará a Chiapas y encontrarse en el CIDECI, en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, los días 6 y 7 de mayo en el Encuentro Internacional “El Sur Resiste”.
Betina Cruz, anfitriona y defensora binnizá, fue la primera en hablar de la lucha de los pueblos istmeños contra las empresas eólicas, las cuales están desde el 2005 instaladas en esta zona sur de Oaxaca.
La activista señaló que lo único que han traído estos modelos de ”desarrollo” son violencia y conflictos entre ciudadanía y pueblos.
Por lo que este nuevo proyecto que el gobierno federal pretende implementar no mejorará en nada el desarrollo de los pueblos istmeños.
Al contrario, precisó, las afectaciones por cambio climático se sentirán aun más.
Explicó que para los pueblos el desarrollo es tener una vida digna, donde la milpa prospere y donde el agua abunde, pero que con los polígonos industriales y el gasoducto, lo único que habrá será más violencia.
Defensores binnizá de Ixtepec e Ixhuatán también hablaron de la minería, y de su lucha que comenzó hace una década, en donde han declarado a su territorio libre de minería.
Las mujeres triquis y mazatecas de Eloxochitlán de Flores Magón también hablaron y exigieron al Estado mexicano justicia por sus luchas.
“Hoy venimos a exigirle al gobierno retorno seguro, llevamos muchos días fuera de casa, dejamos todo allá, nuestra vida.
“No es posible que no podamos volver, porque el gobierno no ha sido capaz de garantizar nuestra seguridad”, refirieron.
Elliot Escobar, defensor de la agrupación “Sol Rojo”, refirió que la lucha comunal en territorio istmeño se ha tornado violenta.
Han asesinado a comuneros y también autoridades por oponerse a los megaproyectos.
**No al parque industrial, en el puente El Pitayal**
Realizar este encuentro en Puente Madera no fue casualidad.
En este territorio zapoteca, hombres y mujeres han resistido a la instalación de uno de los 10 parques industriales que contempla el Corredor Interoceánico, y es que lo defienden porque es su vida y territorio.
El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) es un proyecto que está compuesto por la parte férrea, aeroportuaria, portuaria y de desarrollo industrial.
Pretende conectar al puerto de Veracruz con Oaxaca para el traslado de mercancía, además de que incluye la construcción de parques industriales y un gasoducto.
Puente Madera es una agencia municipal de San Blas Atempa donde viven alrededor de 529 zapotecos, donde las mujeres se dedican a la elaboración de totopos de maíz zapalote chico y los hombres son campesinos.
Comuneros y pobladores de Puente Madera denunciaron irregularidades en la adquisición de tierras para el proyecto.
Fue realizada a través del personal de la Procuraduría Agraria que avaló la falsificación de firmas de más del 80 por ciento de comuneros y la firma de dos comuneros ya fallecidos.
Mientras las mujeres reunidas cocinan el caldo de pollo, como un acto de amor a la vida, otras de ellas hablan de su lucha.
“De El Pitayal sacamos leña para cocinar nuestros alimentos, de acá cazamos algunos animales para comer, es nuestra vida y ahora acá quieren poner un parque eólico, y no lo vamos a permitir”, dijo Antonia Salazar Patiño.
Antonia es madre de David Hernández Salazar, quien ha sido detenido y criminalizado por defender El Pitayal.
“Acá ya lo saben, nuestra lucha es cierta y real, no vamos a permitir que ocupen un territorio comunal, que nos despojen de nuestras tierras solo para instalar un parque eólico.
“Acá hay experiencia de que los parques no han traído desarrollo parejo para todos, si no para unos cuantos”, exclamó.
Las mujeres zapotecas también denunciaron que el Istmo de Tehuantepec será la nueva frontera con la región centroamericana.
Y será vigilada y resguardada por el ejército estadounidense, mismo que brindará seguridad a las empresas que lleguen a industrializar el territorio.
Para este jueves, la caravana continuará en territorio oaxaqueño y será en territorio mixe de Mogoñé, en San Juan Guichicovi, al norte del Istmo de Tehuantepec.
Se reunirán para conocer la lucha que llevan ejidatarios y pueblos de esa zona, quienes desde hace más de 50 días mantienen un bloqueo a las vías férreas, impidiendo el avance de las obras de la rehabilitación, por incumplimiento de las autoridades.
