Roxana Ruiz, la joven de 23 años de edad que mató a su violador al defenderse, recibió una sentencia condenatoria, pues un Tribunal consideró que se excedió en la legítima defensa.
Roxana Ruiz, la joven de 23 años de edad que mató a su violador al defenderse, recibió el pasado 10 de mayo una sentencia condenatoria, pues el Tribunal de Enjuiciamiento del penal Neza-Bordo consideró que se excedió en la legítima defensa.
La juzgadora reconoció que Ruiz Santiago, originaria de una comunidad indígena de Oaxaca, fue víctima de violencia sexual y acreditó que actuó en legítima defensa; sin embargo, también consideró que ésta fue excesiva y, por tanto, emitió un fallo condenatorio que el lunes próximo se individualizará para conocer los términos de la sanción.
Ángel Carrera, abogado de la joven -quien además es madre de un menor de edad-, indicó que el homicidio con exceso en la legítima defensa amerita de 6 meses a 7 años de prisión; no obstante, destacó que Roxana ya estuvo encarcelada 9 meses, de manera que pedirán que el plazo en reclusión se reste a la pena.
En tanto, Roxana indicó que, de no haberse defendido, su madre estaría contando la historia de una víctima más de feminicidio y su hijo habría quedado en la orfandad.
La Asamblea Vecinal Nos Queremos Vivas Neza y el Comité Libertad para Roxana se manifestaron contra del fallo. “¿En qué momento defender la vida se convierte en una acción excedida?”, cuestionaron.
Advirtieron que la muchacha es comerciante, no cuenta con acceso a servicios de educación y seguridad social, carece de trabajo formal y vivienda, y su salario es precario. “La clase, la etnia, la edad, el lugar de procedencia y el lugar donde habita son factores estructurales y sistemáticos que perpetúan las violencias”, indicaron.
El fallo, evidenciaron, “deja ver lo agresivo que es el sistema de acceso a la justicia cuando se trata de la vida de las mujeres pobres, migrantes, racializadas y precarizadas”.
El Estado mexicano, señalaron, una vez más fue cómplice del sistema patriarcal, clasista y racista que sostiene desde la violencia cultural la supremacía de los hombres y la sumisión de las mujeres, enraizando sus argumentos en prejuicios socioculturales que perpetúan las condiciones de desigualdad por condición de género.
Roxana Ruiz Santiago migró a Nezahualcóyotl, municipio mexiquense con doble alerta por violencia de género (por feminicidios y desapariciones) en busca de mejores condiciones de vida.
No obstante, el 8 de mayo de 2022, Sinaí “N” ingresó a su domicilio con mentiras y la violó; para defenderse, en un primer momento la joven le dio un golpe en la nariz, lo que provocó el enojo de su agresor, quien amenazó con matarla.
Cuando Sinaí “N” se distrajo, Roxana tomó una playera y lo asfixió. “Mi único delito fue defenderme del hombre que me violó”, dijo.
