Piden artesanas del Istmo explicación sobre colaboración con Dior

*Ello porque en ningún momento aparecieron los nombres de las mujeres del arte de la cadenilla, originaria del Istmo de Tehuantepec.

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Diana MANZO

Oaxaca, Oax.- Comunidades y artesanas del Istmo de Tehuantepec así como colectivas pidieron una explicación a la marca Dior sobre la colaboración que se hizo durante su desfile de modas.

Ello porque en ningún momento aparecieron los nombres de las mujeres del arte de la cadenilla, originaria del Istmo de Tehuantepec.

Tampoco aparecieron sus lugares de origen, reafirmando así la apropiación cultural que tanto se ha denunciado y que pese a las leyes se sigue practicando.

Se sabe es que en el desfile las prendas presentadas fueron las que comercializa el gestor y  diseñador Remigio Mestas, originario de Villa Hidalgo Yalalag.

Remigio tiene una tienda de artesanías y llevó prendas del Istmo, Jalapa de Díaz, Valle Nacional y otras comunidades.

Sin embargo, nunca se les nombró ni se hizo mención a ninguna de las artesanas que los elaboraron.

La cadenilla es un arte que se elabora con máquina de costura pequeña e hilos de seda.

Es una técnica antigua que todavía utilizan mujeres, hombres y muxes biniizá (zapotecas) y ayuujk (mixes), ikoots ( huaves) en el Istmo de Tehuantepec.

Se destacan:
  • Chicapa de Castro
  • San Blas Atempa
  • Juchitán
  • Ixtaltepec
  • San Mateo del Mar
  • San Juan Guichicovi.

Quienes se dedican a este arte resisten continuamente, pese al constante plagio de sus modelos y textiles.

En la plataforma de Instagram, en la cuenta “Cadenacadenilla”, conformada por artesanas y activistas hicieron un análisis sobre esa situación.

De igual forma hicieron una postura sobre el desfile de Dior y el huipil de cadenilla.

Las artesanas sostuvieron que aparecer en una pasarela de Dior expone ampliamente.

“Presenta y ofrece las creaciones de las artesanas  a su mundo con dinámicas creativas globalizadas, que nada tienen qué ver con la manera de producir.

“En la región del Istmo actualmente se vive una crisis local de plagio, imitación e industrialización de nuestro huipil.

“Por eso ninguna artesana o artesano deben ser señalados por haber participado en la elaboración de dicha o dichas piezas.

“No sabemos el origen o causa o porqué pudo pasar”, citaron.

Además mencionaron que la cadenilla guarda concepciones de la vida:

Ha registrado la lengua a través de la geometría y encapsulado elementos del cosmos, del mar o animales sagrados.

Están presentes en diseños sumamente elaborados o muy sencillos y minimalistas.

También mencionaron que empresas masivas de Fast Fashion, como Inditex, durante años han replicado diseños que ven en las pasarelas de las marcas de lujo, con el fin de volverlas accesibles a mucha más gente.

“Aquí vemos un fenómeno que nos alarma.

“¿Cuánto tiempo va a pasar antes de que el huipil de cadenilla expuesto en el desfile de Dior sea presentado a un precio más barato y hecho en tela subliminal o bordado en una máquina industrial?”, recalcaron.

Por su parte, Eva Rú, artesana de cadenilla desde hace más de 60 años, expuso que debe respetarse a los artesanos, nombrarlos y reconocerles.

“Yo sí respeto el trabajo de otra artesana, porque sé del esfuerzo que se hace, y es que si no somos nosotros quienes valoramos nuestro arte, nadie lo hará”, manifestó contundente.

Eva, de 75 años de edad, ha sido maestra de casi una veintena de mujeres.

Hoy son artesanas del arte de la cadenilla de su comunidad llamada Chicapa de Castro, agencia municipal de Juchitán, en el sur de Oaxaca.

“Cuando no es un trabajo mío y me piden que lo hago, siempre le doy el reconocimiento al diseño.

“Mi trabajo es sagrado, y debe respetarse, es lo único que pido, respeto ante lo que hacemos con pasión”, dijo.

Manuela Cortés, activista y diseñadora, expuso que muchos miembros de las comunidades están dispuestos a hacer colaboraciones con las marcas grandes.

Sin embargo, la manera de acercarse a estas comunidades no ha sido atinada, haciendo que la ventaja sea para actores externos.

“No hubo anuncio o algo por el estilo que le planteara los pros y contras a las comunidades.

“Porque desafortunadamente las artesanas viven una lucha constante con las máquinas automatizadas que allá están y modifican los diseños y el arte”, precisó.

Hasta el momento, la Secretaría de Cultura federal, a cargo de Alejandra Frausto, no ha dado ninguna declaración al respecto.

Aunque se intenta mostrar una colaboración justa, la realidad es que el video y la pasarela nunca nombran a las artesanas ni a las comunidades de origen.

**En Oaxaca hay Ley**

En agosto del 2021, el Congreso de Oaxaca aprobó la reforma al párrafo cuarto del artículo 16 de la Constitución local.

El objetivo era evitar el plagio de los diseños de la cultura colectiva oaxaqueña.

Esa reforma fue iniciativa de la entonces diputada morenista Gloria Sánchez López.

Se aprobó castigar el saqueo del patrimonio cultural material e inmaterial de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas, protegiendo la propiedad intelectual colectiva y los elementos que la conforman.

Pueblos mixes, zapotecas y chinantecos de Oaxaca han denunciado continuamente que diseñadores extranjeros plagiaron elementos y patrones gráficos que componen y representan su identidad y para ello solicitaron protección.