El partido arrancó con los Cañoneros de Xalapa mostrando mayor iniciativa; en los primeros minutos pusieron en aprietos a la zaga oaxaqueña y parecían decididos a aguar el debut local. Poco a poco, los Chapus ajustaron líneas, cerraron espacios y llevaron el duelo a un terreno más equilibrado. El primer tiempo se escurrió sin goles, con la sensación de que lo mejor estaba por venir.
La segunda mitad cambió la historia: los de casa adelantaron líneas y comenzaron a generar jugadas de peligro que levantaron a la afición de sus asientos. Fue hasta el minuto 31 del complemento cuando llegó el momento esperado: un tiro de esquina desde la izquierda encontró a Daniel Mederos, quien, con un frentazo certero, mandó el balón al fondo, pegado al poste. El arquero rival apenas alcanzó a mirar cómo la red se estremecía con el 1-0.
El gol resultó definitivo. Chapulineros defendió con orden y celebró su regreso con tres puntos que saben a confianza y esperanza en esta nueva etapa bajo el mando de Jonathan Estrada.
Y así, con un cabezazo que viajó como flecha y encontró destino en la portería rival, Chapulineros firmó un regreso con el pie derecho. Fue un triunfo que no solo vale tres puntos: es un grito de identidad, un recordatorio de que el fútbol en Oaxaca late con fuerza, y que los saltarines están de vuelta para escribir nuevas páginas en la cancha de la ilusión.
La próxima cita será el sábado 30 de agosto, cuando los oaxaqueños visiten a Dragones de Toluca en su casa, cita pactada a las 16:00 horas, en busca de mantener el paso ganador.