Ana Luisa Cantoral
Oaxaca, Oax., (pagina3.mx).- El responsable de la salud pública en la entidad “debería estar más comprometido con la población, porque la salud de la gente no es un juego”, lanzó categórico el presidente de la Comisión de Arbitraje Médico en Oaxaca (CEAMO).
En entrevista, Alberto Vásquez San Germán reconoció que el sistema de salud oaxaqueño atraviesa un profundo deterioro, no sólo por carencias institucionales o de infraestructura, sino también por la falta de humanidad en la atención médica.
El responsable del organismo público autónomo señaló que uno de los temas más delicados es la violencia obstétrica, fenómeno que -dijo- aún genera resistencia, incluso dentro del gremio médico.
«A muchos colegas les da temor llamarla por su nombre. Pero debía tener ese título tan impactante para despertar conciencia» afirmó.
Explicó que esta forma de violencia no se limita a lo físico, «también es psicológica, empieza desde cómo se recibe a una paciente, cómo se le habla, el trato que se le brinda.
“Y además existe la violencia institucional, cuando no hay recursos para ofrecer una atención digna”, agregó.
El comisionado lamentó las escenas recurrentes en hospitales públicos, donde mujeres embarazadas son atendidas en pasillos, sin camillas ni privacidad, debido a la saturación y la falta de espacios.
«Se les da de alta apresuradamente porque detrás de ellas ya vienen dos o tres más. No hay condiciones dignas”, denunció.
Vásquez San Germán también cuestionó la falta de evolución en los protocolos de atención obstétrica.
“Las mesas de parto fueron diseñadas para la comodidad del médico, no para la paciente. No hemos aprendido nada de nuestras culturas ancestrales, donde el parto era un proceso más humano y cómodo para la mujer”, refirió.
Añadió que en muchos casos persisten procedimientos innecesarios -como la tricotomía rutinaria o cesáreas sin justificación médica- que violentan el derecho de las mujeres a decidir.
El también médico advirtió que el maltrato hacia las pacientes no sólo proviene del personal médico, sino de todo el sistema.
“Muchas veces la misma mujer es violentada por otra mujer, y ahora, las pacientes ya no se quejan del tratamiento médico, sino del maltrato. Desde que llegan al hospital, las recibe un guardia, no un profesional de salud, y muchas veces las condicionan para poder ingresar”, manifestó.
Reconoció que la sobrecarga laboral influye en la falta de empatía, pero subrayó que, «el exceso de trabajo no justifica la descortesía. Aunque estemos saturados, nada nos quita ser amables. Por desgracia, el maltrato persiste porque nos hemos deshumanizado”, admitió el galeno.
Vásquez San Germán criticó también la mercantilización de la medicina,.
“Ya no vemos personas, vemos números. Cuánto me va a dejar la atención. Eso es parte del problema, la pérdida del sentido humanista”, lamentó.
Pidió que las universidades retomen la formación ética y humanista de futuros profesionales de la salud.
”No tengo nada en contra de quien se enriquezca por su trabajo, siempre y cuando lo haga bien y respetando los derechos humanos. Pero la ética debe prevalecer”, urgió.
En ese sentido, informó que desde la Comisión y en coordinación con la Cámara de Diputados y la Secretaría de Salud se ha impulsado la inclusión obligatoria de las materias de Derecho Sanitario y Ética Médica en la formación académica de futuros profesionales de la salud.
«No como opción, sino como parte obligada de su formación, porque eso te lleva a conocer verdaderamente lo que no se debe hacer, y si lo haces, las sanciones que deberías tener”, explicó.
Aclaró que la Comisión Estatal de Arbitraje Médico de Oaxaca no apuesta por el castigo, sino por la prevención y la capacitación constante:
«Por ello realizamos capacitaciones, y desde hace tres años a la fecha hemos tenido alrededor de 30 mil, para hablar sobre responsabilidad profesional, trato humano, el derecho a la protección de la salud y la ética en el ejercicio médico».
Detalló que estos esfuerzos no se han limitado a estudiantes o personal en formación, sino también a personal médico en activo, “porque a veces es difícil, pero no imposible. Tenemos que corregir errores”, concluyó.
El comisionado deja al descubierto el colapso en el sistema de salud que no es sólo estructural, también moral.
Mientras no se recupere la empatía y el compromiso con la dignidad humana, los hospitales seguirán siendo espacios de dolor, no de alivio.
