Alegó en su defensa 47 años de violencias conyugales y abusos sexuales del padre de familia sobre sus tres hijas.
Fue condenada a 10 años de reclusión.
El 10 de septiembre 2012, Jacqueline Sauvage asesinó a su marido, Norbert Morat, con tres balas del fusil familiar.
Lo hizo por miedo, pues esa mañana el hombre había proferido amenazas de muerte, es decir, en legítima defensa.
En efecto, ¿cómo condenar a 10 años de prisión, cinco de ellos incompresibles, a una mujer que ha sufrido golpizas durante 47 años, y ve a sus hijas violadas por un monstruo?
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/02/11/opinion/a04a1cul