Diana MANZO/ Corresponsal
JUCHITÁN, Oax., (#pagina3.mx).- A dos meses del terremoto que afectó severamente esta ciudad, personal del Ejército Mexicano levantó el comedor comunitario instalado en el albergue que se habilitó Instituto Tecnológico del Istmo (ITI) a pesar de que más de 100 personas damnificadas aún viven bajo casas de campaña y techos de lona.
En los pasillos de esta institución educativa donde se colocó el primer albergue para personas damnificadas, decenas de menores corren de un lugar a otro mientras sus padres preocupados por los alimentos, pues desde el lunes ya no hubo más, la cocina se cerró y todos los apoyos se fueron.
En el lugar ya no está el comedor móvil que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) instaló como parte del Plan de Emergencias llamado DN-III-E, tampoco está la máquina de tortillas y la unidad médica del IMSS que las autoridades federales instalaron para dar alivio a los más de 14 mil damnificados de Juchitán.
En este albergue viven familias de las nueve secciones de Juchitán y también de las colonias populares, la mayoría no tiene casa o se encuentra dañada por el terremoto y por los sismos del 19 y 23 de septiembre por lo que carecen de un espacio alterno para vivir.
Las personas damnificadas para poder sobrevivir elaboraban hamacas, tejían sus huipiles y enaguas y también trabajaban por las mañanas de obreros y por las noches llegaban a dormir.
Durante dos meses sobrevivieron con agua y energía eléctrica escasa, pero aún así seguían albergados, el no contar con una vivienda segura les condujo a permanecer en este sitio.
Nadie les avisó que se iban a ir los médicos y los militares, solo les dieron a firmar una hoja donde se les donaban las casas de campaña con la promesa de que llegaría un nuevo relevo.
Para las y los damnificados, el apoyo de gobierno “tiene fecha de corte” porque sin decirles nada se fueron, ahora la preocupación es la reconstrucción de sus viviendas.
Reina Victoria Castillejos Rosalino llegó a este refugio desde el pasado 23 de septiembre, cuando una réplica de 6.4 grados la dejó sin casa, su vivienda colapsó por completo porque se había dañado con el terremoto, desde entonces vive con sus 4 hijas y su madre.
La casa de Reina se ubica en la séptima sección sobre el callejón de Los Pescadores; sin embargo, no ha sido demolida a pesar de estar colapsada, por lo que la preocupación ahora es en dónde refugiarse.
“No tenemos a donde irnos, aquí nos daban alimentos, mi esposo trabaja en una tienda como cajero y yo soy artesana, mi mamá ya no puede trabajar está muy grande y me ayuda con mis cuatro hijas, la desesperación es quién nos dará un refugio temporal en lo que comenzamos con la reconstrucción”.
Otras de las damnificadas son Reina Narcisa y Luz de Luna Vásquez, sus casas están colapsadas y temen entrar porque algún muro o pared podría venirse abajo y aplastarlas, no tienen a donde ir.
“Soy de la octava sección y mi casa quedó en mal estado, nosotros esperábamos que los militares nos hubieran dicho la verdad, pero al contrario nos engañaron, nos dijeron que sería un cambio de relevo pero no fue así, este lunes no hubo desayuno y tampoco atención médica, todos se fueron”, explicó Luz de Luna Vásquez.
Explicaron que se sienten “olvidados” por sus autoridades, porque por una parte les cierran el apoyo del comedor en el albergue y por otra parte a dos meses no les han demolido sus viviendas.
“No podemos entrar a la casa, todo el escombro está encima de las cosas, todo ha sido muy lento, por eso es que nos refugiábamos en este albergue, pero ahora tendremos que buscar otro espacio, no queda de otra, aquí ya no es seguro”, dijo Reina Narcisa.
En Juchitán fueron un aproximado de 15 mil personas damnificadas y unas 7 mil viviendas colapsaron, de las cuales hasta el momento mil 500 casas han sido derribadas aproximadamente, según informaron autoridades de Sedatu.
Aquí, una de cada 4 casas están afectadas de las 63 mil que resultaron afectadas en Oaxaca y es el municipio con más fallecidos con un total de 46 personas.
