Diana Manzo/Corresponsal
JUCHITÁN, OAX.- El Centro de Derechos Humanos Tepeyac que dirige el obispo emérito Arturo Lona Reyes, emitió un comunicado para exigir a los niveles de gobierno del estado mexicano respeto a los pueblos indígenas del Istmo de Tehuantepec en torno a la resistencia de los proyectos trasnacionales.
Esta agrupación social fundada hace más de una década exigió a los gobiernos tanto locales, estatal y federal valorar y escuchar la voz de mujeres y hombres indígenas que claman y se manifiestan de diversas maneras por detener la amenaza latente de los proyectos trasnacionales como son los eólicos y mineros.
El Centro de Derechos Humanos Tepeyac, señaló que en la temática de territorio precisó que los índices de tensión y violencia se agudizan en cualquier escenario en donde se pretende llevar a cabo una dinámica intervencionista Minería, proyectos eólicos, gaseoducto.
Y es que los proyectos eólicos que se han ubicado en territorio istmeño, principalmente en pueblos indígenas de Juchitán y Unión Hidalgo, han generado conflicto social entre grupos y organizaciones.
En comunidades como Álvaro Obregón, San Dionisio y Mateo del Mar y pueblos de la zona norte y oriente del Istmo como son los Chimalapas, existe una resistencia para el rechazo de proyectos eólicos, mineros y de gasoducto, sin embargo las empresas buscan a personajes y organizaciones para poder ser intermediarios y lograr la aceptación.
“No somos una cultura muerta, tenemos un proyecto de vida, existimos en la sabiduría de nuestros pueblos y en la relación que tenemos con la madre tierra”, precisó el comunicado.
El despojo que pretende el gobierno federal y las empresas mineras, eólicas y megaproyectos de impacto, solo traen consigo, una cultura de la muerte, pobreza, la aniquilación de nuestros lugares sagrados y en consecuencia a perder nuestra identidad.
Condenaron la actitud del estado mexicano, en todas sus expresiones, de las agresiones que están sufriendo los defensores comunitarios y activistas sociales que defienden su territorio en la región del Istmo.
Finalmente el Centro de Derechos humanos Tepeyac afirmó no contar con poder del dinero pero si el poder de la convicción, la historia inspiracional de nuestros antepasados y el deseo de paz en nuestras comunidades, por lo que reiteraron la resistencia ante la defensa del territorio está vigente.