Citlalli López
OAXACA, (pagina3.mx).- La Samaritana, tradición propiamente oaxaqueña que cosiste en departir y compartir aguas frescas, tuvo un elemento peculiar: el rechazo a la utilización de vasos desechables.
Sin ser una acción coordinada, distintos establecimientos comerciales y restaurantes convocaron a la ciudadanía a portar su vaso para evitar el impacto negativo al medio ambiente.
Aunque aún en un pequeño porcentaje, la ciudadanía respondió al llamado y llegó con sus propios recipientes a los puestos de aguas frescas instalados en los distintos puntos de la capital.
“El objetivo principal es cuidar el medio ambiente, dejar de utilizar el plástico desechable. El año pasado usamos jícara para cuidar el medio ambiente, en este decidimos por jarritos de barro verde (en total 300)”, explicó Brenda Galán del restaurante Casa Oaxaca.