Oaxaca.- En un momento de conflicto por diversos sucesos que se perfilan como violaciones graves a los derechos humanos, el Estado mexicano en todos sus niveles debe tener una actitud abierta y de diálogo para con la juventud, que reclama ser tomada en cuenta, señaló Abril Itandehui Maldonado Morales, ganadora del Premio Nacional de la Juventud 2014 en la categoría de derechos humanos.
Expuso que ante los graves hechos de violencia en los que se han visto afectados jóvenes, y la forma en la que se han manifestado al respecto, es una señal de que es tiempo de dar apertura y abrir espacios de oportunidad para que las y los jóvenes participen de una forma más activa en la sociedad, sobre todo en aquellos temas que tienen que ver con ellos en forma directa.
El Premio Nacional de la Juventud fue otorgado por el gobierno federal a Maldonado Morales el 20 de noviembre de este año, por la destacada trayectoria de esta joven zapoteca como promotora de los derechos humanos, que comenzó desde los 16 años cuando difundía información sobre la materia, por medio de la oratoria y la poesía, en Matías Romero.
Trabajadora de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (donde se desarrolla como capacitadora de la Dirección de Educación y Difusión a la Cultura de los Derechos Humanos), Maldonado Morales expresó que el haberse hecho acreedora a este premio el 20 de noviembre último es un aliciente para continuar con su actividad como defensora y promotora de derechos humanos, pues para ella estos principios representan esperanza.
Explicó que cuando las políticas públicas se enfocan desde estos derechos, dan una posibilidad real para que las personas puedan acceder a mejores condiciones de vida.
Externó que el Premio Nacional de la Juventud le significa un mayor compromiso para seguir realizando con pasión su labor, pues ese galardón es la máxima distinción que otorga el Estado mexicano a las y los jóvenes que benefician con su actividad al país.
Consideró el premio como la cristalización de un gran esfuerzo para la promoción de los derechos humanos, que la ha llevado a vencer diferentes obstáculos y barreras, como la discriminación por ser mujer indígena, e incluso por ser oaxaqueña, lo cual no ha sido limitante para que entre sus logros destaque el haber participado como delegada de México ante la Organización de las Naciones Unidas.
Tras comentar que la adversidad ha sido un buen motor para realizar con más pasión la promoción de los derechos humanos, rememoró que su primera participación ante la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas fue en 2009, cuando participó en la tercera Comisión de Asuntos Humanitarios, Sociales y Culturales, y después, en 2011, fue delegada de México ante la Conferencia Mundial de Juventud.
Para finalizar, Abril Maldonado apuntó que aunque el panorama de los derechos humanos en el país es complicado, es tiempo de que las y los jóvenes demuestren que hay formas de marcar una diferencia en la resolución de conflictos, pues otras vías por las que éstos se pueden solucionar son el diálogo, el respeto y la concertación.