Jaime GUERRERO
OAXACA, (pagina3.mx).- Las enfermedades terminales están colapsando al sistema de salud del país y Oaxaca. Frente a ello, es urgente que la LXII Legislatura, reforma la ley de salud, y se establezca en la entidad, la alternativa de la medicina paliativa en enfermos terminales, señaló el doctor Uria Guevara López.
El especialista urgió a las instituciones y Poderes del Estado a poner en la agenda ciudadana, “que todos vamos a morir, y nadie piensa, en los padecimientos de enfermedades no curables que pueden ser atendidas como cuidados paliativos”.
Guevara López señaló que paulatinamente van aumentando los enfermos con padecimientos incurables, entre ellos, los pacientes con cáncer, que en más del 90 por ciento fallecen, lo mismo las enfermedades cronológicas degenerativas, insuficiencia hepática y renal.
El también investigador especializado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), apeló a la conciencia ciudadana para prever las enfermedades y en caso de padecimientos incurables, opten por la medicina paliativa.
“Es de primordial importancia para el futuro y mediano plazo, porque actualmente la esperanza de vida de los mexicanos era de 76 años, cuando en los 50 era de 35 años, y el gran problema de la población es que no previó como se iba atender y seguramente se requerirá de grandes recursos e instalaciones y servicios de salud”, advirtió.
Guevara López, quien actualmente es Jefe de la Unidad de Clínica del Dolor del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición «Salvador Zubirán», dijo que el cáncer es un problema de salud pública y constituye las tres primeras causas de muerte, y de cada 10 mexicanos muy probablemente 3 pudieran padecerlo.
Mencionó que cada año 9 millones de personas enferman en el mundo de cáncer y hasta ahora la ciencia no puede evitar que el 70 por ciento fallezcan, además, los países en vías desarrollo tienen menos capacidad para atenderlo.
Explicó que la esperanza de vida es uno de los factores que condicionan el aumento de cáncer, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y en los próximos años cerca de un millón de personas necesitarán cuidados paliativos en América Latina.
La medicina paliativa consiste en brindar el apoyo psicológico, físico, emocional y espiritual a los pacientes con enfermedades terminales, puntualizó Guevara López.
Pidió diferencias la medicina paliativa de los cuidados paliativos, en virtud de que la medicina paliativa la dan los médicos y los ciudadanos la da la familia de los enfermos. “Nadie puede atender mejor a un enfermo que las personas que lo aman”, destacó.
Refirió que la ley de salud estatal, actualmente establece que se tiene que curar a todas las personas como un derecho constitucional, “sin embargo no todos los pacientes se pueden curar y por lo tanto la medicina paliativa debe de ser considerada en la ley”, insistió.
Refirió que si un paciente no se puede curar, se puede rehabilitar, y si esas dos opciones son imposibles, se puede “paliar”. “Hoy en día se debe de integrar la paliación en los modelos médicos”.
Y es que dijo que las enfermedades crónico degenerativas pueden colapsar a los sistemas de salud del mundo, México y Oaxaca.
“Una gran cantidad de recursos se destinan a enfermedades crónicas, pero la medicina paliativa es la tercer vía y no requiere invertir grandes cantidades de dinero”, dijo al mismo tiempo de demandar a las instituciones y sociedad, optar por la prevención de las enfermedades.
En tanto, el doctor Eduardo García Villegas, consideró que es necesario que las 32 entidades del país, entre ellas Oaxaca, tengan una Ley de Voluntad Anticipada.
“Ello resolvería el problema de la realidad social de que México envejece como país, debido a que se prevé que para el 2050 la esperanza de vida para las mujeres será de 83.9 por ciento y de 79 por ciento de hombres”.
García Villegas dictó la conferencia magistral “La tutela de la propia incapacidad”, y resaltó que en 1930 la esperanza de vida era de 37 años en las mujeres y 36 años en los hombres.
Expuso que la Ley de Voluntad Anticipada fue aprobada en 2008 y establece que una persona capaz comparezca ante un notario público y en un documento se determine su voluntad de no querer ser sometida a métodos o tratamientos que prolonguen su agonía.