Sin embargo, este asunto genera una gran preocupación por los antecedentes de la policía argentina.
Se criminaliza la protesta, se considera un delito el corte de calles y se invita a la detención de personas.
La policía no actuó y los cortes se levantaron cuatro horas después, con monumental colapso de tráfico.
Todos los ojos están puestos ahora en la policía y los sindicatos para ver qué hacen en la próxima protesta.
Esta pasividad tiene una explicación histórica y política: el largo reguero de muertos que dejaron en el pasado las represiones policiales.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/02/18/argentina/1455811630_020944.html