Ni el hacker más adiestrado, ni el Gobierno más totalitario, ni el servicio de inteligencia más sofisticado podrán espiar los mensajes que circulen por WhatsApp.
Otras aplicaciones, como Telegram, llevan inscrita en su tarjeta de visita que su sistema es infranqueable y sus mensajes inaccesibles ante hipotéticas intromisiones de terceros.
En realidad, el paso que acaba de dar WhatsApp para proteger las comunicaciones de sus millones de usuarios viene obligado por la competencia.
“WhatsApp asegura que solo tú y el receptor pueden leerlo”, afirma con solemnidad.
Desde esta semana, el sistema de encriptado de extremo a extremo garantiza el secreto total de las comunicaciones.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/04/07/opinion/1460050525_972060.html