Mientras unos estudios aseguran que la huella de carbono de las tiendas electrónicas es de tan solo un tercio que las tradicionales, otros dicen que es un siete por ciento mayor.
Muchas tiendas de comercio electrónico anuncian la forma en que compensan su huella de carbono global, por ejemplo, invirtiendo en proyectos de reforestación o energías renovables.
Parece claro que sería mucho más eficiente acercarse a comprarlos a alguna tienda, y mejor todavía si coincide de camino al trabajo.
La clave, según otro de los estudios, es aplicar el sentido común y recordar un número: el 25.
Algo en lo que las empresas de transporte son mucho más eficientes.
Fuente: http://elpais.com/tecnologia/2016/06/06/actualidad/1465203884_978493.html