¿Podría un animal, entonces, ser presidente?
Así dieron con Pigasus, un cerdo de 66 kilos que preparó su candidatura para enfrentarse a Nixon en las elecciones.
Pero la maquinaria política no desaprovecha ninguna oportunidad, tampoco el uso de los animales y su carisma innato.
Mascotas oficialesAhí tenemos a Pecas, el perro de Esperanza Aguirre y una de las estrellas de la pasada campaña.
El “discurso Fala” introdujo la idea en la política estadounidense de que hay discursos menos importantes, que pueden ser afrontados desde el humor.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/06/12/tentaciones/1465746713_037068.html