El robo de combustible en México es un negocio para el crimen organizado y un lastre para Petróleos Mexicanos (Pemex), que cada hora pierde casi dos millones de pesos (111.000 dólares) por este delito.
El año pasado la cifra ascendió a 5.252 tomas, informó Pemex en respuesta a una solicitud de información.
Las localidades donde el año pasado se encontró el mayor número de tomas se localizan en Tabasco, Veracruz, Guanajuato, Puebla y Jalisco.
Los hurtos de combustible ocurren de dos formas: una es a través de los ductos de la empresa del Estado y la segunda es mediante el robo de pipas.
El año pasado se aprobó en México una ley que sanciona con una pena de 15 a 25 años de prisión a quien sustraiga ilegalmente hidrocarburos, petrolíferos o petroquímicos de ductos, vehículos, equipos o instalaciones.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/06/04/mexico/1464993349_247192.html