No había otra opción para mí”, concluyó Lopetegui, que tendrá su primera prueba al frente de la selección frente a Bélgica el día 1 de septiembre.
Dentro de esa evolución, Lopetegui no quiere casarse con nadie.
El técnico es consciente de la importancia del reto y de la necesidad de cambios, pero evita hablar de una posible revolución.
“Llevábamos tiempo trabajando con ellos, pero cuando apareció lo de la selección todo quedó en un segundo plano.
El vasco proclamó la meritocracia y abrió las puertas de la selección a todo jugador que se lo gane.
Fuente: http://elpais.com/deportes/2016/07/21/actualidad/1469119380_471610.html