Eso explica la contracción en la inversión empresarial, lo que limita a su vez el potencial de crecimiento.
El indicador de PIB del segundo trimestre es, en cualquier caso, viejo y no va a afectar a la estrategia monetaria.
No la va a encontrar en el indicador de crecimiento, de momento.
La segunda lectura del producto interior bruto confirmó la debilidad de la actividad económica en el arranque del año, al expandirse solo a una tasa anualizada del 1,1% en el segundo trimestre.
Este crecimiento anémico se explica, en gran medida, por la cautela de las empresas.
Fuente: http://elpais.com/economia/2016/08/26/actualidad/1472216410_285155.html