No estaba Messi, había desaparecido Neymar y Luis Enrique cambió a Luis Suárez.
Los azulgrana no controlaban el partido, Neymar quedó reducido por la zaga asturiana y no salía un centrocampista que armara el juego del Barcelona.
Y, acto seguido, Neymar se vistió de Messi para profundizar para la llegada desde la derecha de Sergi Roberto y su centro lo cabeceó Rafinha.
Los estupendos centros del lateral derecho descuartizaron al Sporting y disimularon el discreto partido del Barça.
Segi Roberto apuró la línea de fondo y centró dos veces para que remataran Alcácer y después Neymar (0-3) y también Arda (0-4).
Fuente: http://elpais.com/deportes/2016/09/24/actualidad/1474729642_164330.html