Ahora, estas piezas de cerámica conviven con ingeniosos carteles que, gracias a las redes sociales, permiten transmitir la sabiduría hostelera a kilómetros de distancia del establecimiento.
Hay vida más allá del «hoy no se fía, mañana tampoco»Antes, los protagonistas de las paredes de los bares eran los míticos azulejos con frase.
Puede intuirse que muchas cuando algunos de ellos traspasan fronteras: son traducciones de carteles en otros idiomas (como este y este) que los camareros adaptan para sus propios bares.
Inmortalizados por los clientes, muchos de estos carteles se popularizan en la red y acaban siendo compartidos por cientos de usuarios a través de Twitter, Facebook o Whatsapp.
Debido a la multitud de copias del mismo cartel –y las diferentes versiones de los mismos– es complicado descubrir su origen o el número de veces que han sido compartidos.
Fuente: http://verne.elpais.com/verne/2016/04/04/articulo/1459784186_452257.html