Nadie olvida que en el pasado ocurrió la matanza de 2 mil militantes de la Unión Patriótica, organización legal con bases políticas afines a las de las FARC.
Nadie olvida tampoco el asesinato de la mayoría de los comandantes del M-19 durante los rudos vaivenes de aquel proceso de desarme e ingreso a la política legal.
El sentimiento es de miedo, también, ante la posibilidad de que la situación que ha quedado abierta, tan expuesta e inestable, desate renovadas escaladas de violencia.
Hace años no lloraba yo, digo, con lágrimas de verdad.
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Fuente: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/10/06/el-dia-despues-del-no-laura-restrepo