El 23º Congreso Mundial de la Energía, que se celebra esta semana en Estambul, supone una nueva oportunidad para reforzar las relaciones bilaterales entre Rusia y Turquía, tras meses de enfriamiento por sus desavenencias sobre la guerra en Siria.
Los presidentes de ambos países, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, participarán este lunes en el encuentro de los principales actores energéticos globales y, posteriormente, mantendrán una reunión privada para evaluar la situación en Siria.
Finalmente, Turquía se ha convertido en pieza clave del transporte de la energía hacia la Unión Europea, pero mediante proyectos diseñados por Moscú y Azerbaiyán.
Después de que este año, los intercambios comerciales entre ambos países se redujesen un 43%, Rusia prevé un periodo de más de tres años para volver a los niveles de dinamismo anteriores a la crisis.
Las disculpas ofrecidas por Erdogan, en cambio, han renovado las relaciones y el pasado agosto se aprobó un plan de normalización.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/10/10/actualidad/1476097582_489787.html