Los coches que circulan a diario en las ciudades españolas y del resto de Europa son, simplemente, demasiados.
En la Comunidad de Madrid los diésel representan el 58% del parque móvil, según datos de la Dirección General de Tráfico.
En junio del año pasado Europa inició un proceso sancionador a España —las amonestaciones se realizaron al país, pero no a las ciudades— por la deficiente calidad del aire en Madrid y Barcelona.
“Y eso que, como en toda España, las medidas madrileñas son más bien tímidas”, dice Miguel Ceballos, de Ecologistas en Acción.
Se les denomina NOx, y su alta concentración provocó el episodio de contaminación que ocurrió en Madrid esta semana.
Fuente original: Las ciudades españolas se asfixian | España | EL PAÍS