Emmanuel González-Ortega
Para la transnacional Monsanto, las noticias sobre su producto bandera, el herbicida “RoundUp” (conocido como “Faena” en México), basado en glifosato, continúan apareciendo y son cada vez más escandalosas. La reputación de Monsanto está tan dañada, que las expectativas sobre el comportamiento ético o prácticas corporativas de la compañía son prácticamente nulas para la opinión pública. Es difícil definir cual de los sucesos recientes es menos escandaloso, pero quizá resalta el conocido como los “Monsanto Papers”, que se refiere a filtraciones a la prensa de diversos correos, presentaciones, y varios memorándum que evidencian la participación de Monsanto en orquestar una serie de investigaciones científicas con la intención de probar que el glifosato no es tóxico para los humanos. “No puede decirse que “RoundUp” –el herbicida con glifosato- no es carcinógeno”; “…no hemos hecho las pruebas necesarias en la formulación –del herbicida- para hacer tal aseveración”. Frases como esas aparecen en un correo electrónico de noviembre de 2003, escrito por Donna Farmer, toxicóloga de Monsanto.
Estas y otras evidencia se están presentando en más de 2000 casos judiciales contra Monsanto en Estados Unidos y se demanda que el herbicida “RoundUp” ha causado linfoma No-Hodkin (una forma de cáncer del sistema linfático) en miembros de las familias demandantes. El sistema linfático está compuesto por el tejido y nodos linfáticos, la médula ósea, el bazo, las amígdalas y el timo, que forman parte esencial del sistema inmunitario humano.
Los “Monsanto Papers” confirman las sospechas previas de que Monsanto ha manipulado la información científica (¿fraude?) sobre la inocuidad del herbicida glifosato. O sea que en las batallas sobre la “verdad” científica, Monsanto ha dañado gravemente los andamios y protocolos sobre los que están basados las políticas y reglamentaciones de inocuidad, salud alimentaria y ambiental de los nuevos productos que aparecen en el mercado. Incluso, Monsanto ha sido vetado de participar como cabildero en las sesiones del Parlamento Europeo en donde se discute la continuidad del permiso de uso del glifosato.
En definitiva, cada vez se confirma más que los herbicidas con glifosato son tóxicos para el medio ambiente, para las plantas, animales y para los seres humanos. Un estudio reciente indicó que casi la mitad (45%) de los suelos de Europa contienen restos de glifosato, la agricultura industrial ha usado este herbicida masivamente y este no se degrada con el paso del tiempo ¿Cómo estarán los suelos donde se practica agricultura intensiva en México?
El uso intensivo de herbicidas ha provocado la aparición de malezas resistentes a herbicidas tales como el glifosato; a nivel mundial se han reportado hasta ahora 38 especies de plantas resistentes al glifosato. Los países que implementaron la agricultura con transgénicos tolerantes a glifosato de manera masiva son los que más malezas resistentes reportan: Estados Unidos, Argentina, Brasil y Canadá encabezan la lista. Un daño colateral de la aparición de las plantas resistentes a glifosato es la utilización de herbicidas aún más tóxicos que el glifosato, tales como el Dicamba, que está provocando daños históricos en la agricultura de Estados Unidos por su capacidad de dispersarse en el ambiente.
Otro estudio recién publicado indicó que la prevalencia de la exposición de las personas al glifosato ha aumentado aproximadamente 500% desde la introducción de los cultivos transgénicos tolerantes al herbicida en Estados Unidos. Se analizó la presencia de glifosato en la orina de 100 personas que viven en California; las muestras se colectaron entre 1993 y 2016. El pasado mes de julio, el gobierno del estado de California declaró al glifosato como una sustancia cancerígena a partir de un cúmulo de evidencia científica que sugiere entre otros daños a la salud, afectaciones en hígado y riñón aún en dosis ultra bajas del glifosato. En resumen, hay pruebas científicas de que el glifosato es tóxico para el sistema neurológico, reproductivo, provoca daño hepático, renal, y la aparición de tumores y distintos tipos de cáncer.
A nivel de movimientos y fusiones corporativas, Monsanto está a la espera de la aprobación de la compra por parte de la gigante alemana Bayer, lo cual la convertiría en la transnacional dominante en el mercado de semillas y agroquímicos, manejaría a su favor el mercado y los precios y aumentaría la dependencia de los productores agrícolas. Además, Bayer tiene una trayectoria larga en el área de investigación y mercado farmacéutico. De manera significativa, el pasado mes de septiembre la Administración de Estados Unidos para Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) otorgó la designación de “Revisión Prioritaria” a un nuevo producto de Bayer, el Aliqopa (copanlisib) (https://www.fda.gov/NewsEvents/Newsroom/PressAnnouncements/ucm576129.htm ). Tal categoría otorgada por la FDA es en los hechos una aprobación acelerada para que el producto sea ofrecido en el mercado a los pacientes que han recaído al linfoma folicular, que muchas veces se convierte en distintos tipos de cáncer. ¡El linfoma folicular es un tipo de linfoma No-Hodkin!
Los Institutos Nacionales de Cáncer y de Salud de los Estados Unidos estiman que más de 72 mil personas serán diagnosticadas con algún tipo de linfoma No-Hodkin durante 2017 y que aproximadamente 20,140 pacientes morirán de linfoma No-Hodkin durante 2017. ¡¿La muerte es un buen negocio?!
Plan de negocios de la fusión: Venta de glifosato ? siembra de cultivos OGM ? consumo de alimentos transgénicos ? pago de seguro de gastos médicos ? diagnóstico/tratamiento de linfoma ? muerte ? ¡GRACIAS POR SU COMPRA!
Más información:
“Monsanto Papers”:
https://usrtk.org/pesticides/mdl-monsanto-glyphosate-cancer-case-key-documents-analysis/
Estudio glifosato en orina entre 1993 y 2016:
Estudio glifosato en suelos de Europa:
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0048969717327973
Aprobación de fármaco contra linfoma folicular (linfoma No-Hodkin):
