Yolanda Sánchez
En la region del Istmo la herida sigue abierta, los sismos de septiembre pasado dejaron a su paso tragedia y tristeza. En algunas calles de la Ciudad de Ixtepec aún se observan los escombros, pero eso no merma el ánimo de los ciudadanos y ciudadanas.
A siete meses del terremoto de magnitud 8.2 que sacudió al estado, el color, la fiesta y alegría se sienten en la cálida bienvenida que le han dado a la candidata al Senado de la República, Susana Harp Iturribarría y a su suplente, Concepción Rueda Gómez.
Los saxofones y tambores resuenan a su paso por las calles de esta población, y con consignas como: “Susana, señora, ya eres senadora” y “Se ve, se siente, Susana está presente”, celebran la visita.
Más de mil personas aguardaron este encuentro; quieren escuchar sus propuestas, creen firmemente en el proyecto que encabeza Andrés Manuel López Obrador y no deparan en repetirlo.
Harp Iturribarría consigue sortear su arribo al escenario entre miles de manos que la quieren saludar.
En su presentación arranca con El negro de la Costa, para hablarles sobre las comunidades afro oaxaqueñas que merecen reconocimiento, el público atento disfruta de su voz y de las cuerdas de Héctor Díaz.
Lindo Oaxaca, fue el tema que elige para hablar de un tema sensible en esta región, la migración, menciona a los centroamericanos que atraviesan México y a nuestros paisanos que se van, “este fenómeno separa familias y debe ser enfrentado con delicadeza y fuerza”, señala.
Susana también explica la necesidad de cuidar el Medio Ambiente a la hora de impulsar el desarrollo de las comunidades con Aguadiosa, y se detiene en Beele Cruu para rendir homenaje a la lengua que rige en el Istmo de Tehuantepec, el zapoteco; repara en recordar su belleza y la importancia de mantenerla viva.
Se despide con un mensaje esperanzador e invitándolos a salir y votar este primero de julio, “nos vamos a encontrar en las urnas, todos queremos una cambio para México así que hay que participar”, indica.