El rescate de los 12 niños y su entrenador que quedaron atrapados en una cueva inundada, en el norte de Tailandia, podría tomar semanas o incluso meses.
¿Cuántos son ustedes? ¿13? ¡Excelente”, se escucha decir a un rescatista británico.
El equipo de futbol de niños, con edades de 11 a 16 años, entró junto con su entrenador de 25 años a explorar la cueva, después de sus prácticas, el sábado 23 de junio.
Una tormenta inundó el acceso a la cueva, y obligó al grupo a refugiarse, aún más adentro de las grutas, de 10 kilómetros de profundidad.
Ese mismo día fueron reportados como desaparecidos.
Desde entonces las autoridades de Tailandia, apoyados por voluntarios de la zona y brigadistas de diferentes países, han trabajado en las labores de búsqueda y rescate.
Nueve días después, fueron localizados por el equipo de buzos británicos expertos en cuevas.
El rescate será complicado, ya que los chicos tendrán que aprender a nadar y luego a bucear para recorrer 4 kilómetros de túneles angostos, completamente oscuros, inundados de aguas turbias y lodo, para salir por la entrada principal de la caverna.
La base de operaciones de los rescatistas está a 700 metros de la entrada principal de la cueva, con un tramo parcialmente inundado.
Los rescatistas tuvieron que bucear 800 metros hacia el fondo, por grutas estrechas y oscuras, hasta que este domingo, llegaron a cruce de los monjes. Ahí encontraron una división.
Calcularon que los chicos subieron hacia el islote de Pathaya para resguardarse del agua, por lo que tuvieron que bucear otros 500 metros, hacia arriba, para llegar hasta ese punto. Los niños fueron encontrados, 200 metros más adelante.
Ya estamos aquí. Todo está bien. Mucha gente más está viniendo”, enfatizó el rescatista británico.
Los británicos expertos en buceo de cuevas, instalarán una serie de cuerdas bajo el agua, para guiarlos hasta la salida.
De acuerdo con ellos se necesitan mínimo tres días de entrenamiento para que aprendan a usar el aparato que controla la respiración debajo del agua. Además de ser un buceo en condiciones extremas.
Los chicos y su entrenador se encuentran como a dos kilómetros de profundidad y a un kilómetro a la redonda de donde se encuentran está totalmente inundado, los pasos están totalmente sumergidos. Afortunadamente, hay bolsas de aire en algunos espacios, pero la visibilidad es casi nula y hay corrientes de agua contra las que nos tenemos que enfrentar. Así que estamos hablando de un entorno muy hostil. Nosotros calculamos que llegar hasta donde están los chicos nos tomará unas tres horas de buceo”, destacó Gary Mitchell, oficial británico que participa en los trabajos de rescate en Tailandia.
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