Eduardo Contreras
La sociedad civil organizada convocada por amigos y familiares de José Andrés Larrañaga, estudiante tuxtepecano asesinado hace unos días en el estado de Puebla, realizó una «Marcha Ciudadana del Silencio» en memoria de la joven víctima, por las principales calles de la segunda ciudad más importante del estado de Oaxaca.
Aunque la invitación divulgada mediante redes sociales citaba a las 2:00 de la tarde en el zócalo de la ciudad, fue cerca de las 2:30 cuando comenzó la movilización de ciudadanos que, tuvo un evidente poder de convocatoria pese a que éste tipo de llamados a la paz y justicia, normalmente nunca tiene eco entre la población del municipio sotaventino.
Un espectacular con el retrato del extinto joven y sostenido por un contingente de ciudadanos, encabezada la muchedumbre vestida de blanco conformada por unas 300 personas que, además de recordar a José Andrés, reclamaba a las autoridades y pedía un «ya basta» a la violencia, la inseguridad e injusticias.
Durante casi la hora que duró la «Marcha Ciudadana del Silencio» por las principales vialidades de la ciudad, se escucharon aplausos en memoria de joven tuxtepecano. Al finalizar en el zócalo, al contingente ciudadano los esperaba la familia; madre, padre y hermanos de José Andrés, quienes estallaron en llanto ante la emotivo acto de aprecio.
José Andrés Larrañaga, de origen tuxtepecano estudiaba en el estado de Puebla; desde el pasado 01 de octubre por la noche desapareció y sus padres perdieron contacto con él, al siguiente día por la mañana, amigos y familiares emitieron información a los medios de comunicación de Tuxtepec y solicitaban divulgar el acontecimiento además de pedir auxilio a la sociedad para la pronta localización del joven. Lamentablemente tres días después, familiares confirmaron vía redes sociales que José Andrés había sido localizado sin vida.
Horas más tardes, la fiscalía del Estado de Puebla anunció la detención de tres presuntos responsables del asesinato del joven; se trataba de «compañeros» de universidad de la víctima, quienes habrían secuestrado, pedido medio millón de pesos de rescate y después asesinado al joven estudiante. Para el sábado 06 de octubre su cuerpo fue recibido por amigos y familiares en Tuxtepec, fue trasladado a la casa de sus padres en la colonia San Charbel al sur de la ciudad para posteriormente darle la sepultura correspondiente.