Juchitán.- El difícil arte con instrumentos baratos. Algunos tienen estudios formales en disciplinas plásticas, otros ya lograron el reconocimiento internacional como artistas urbanos. Pero a la mayoría la sociedad los discrimina y el gobierno los criminaliza. Todavía hay quien les llama grafiteros.
Pero en el gobierno inclusivo de Emilio Montero Pérez, la oportunidad de extenderles la mano y compartir la creatividad con la población, llegó, de ahí que el alcalde brinde su apoyo total al proyecto «Binni Laanu» (nuestra gente), mediante el cual se realizarán 100 murales que hablarán sobre personajes característicos y oficios tradicionales de la región.
Jesús Vicente Lagunas, conocido en el ambiente del arte como Gotha, y que fue nombrado recientemente Coordinador de Arte Urbano, del Ayuntamiento local, dijo que lleva 20 años caminando con Juchitán a través de esta expresión artística.
Explica en entrevista que en los inicios se hacía básicamente graffiti, ideas, textos, y alguna imagen, con aerosol. Agrega que “durante estos años ninguna presidencia le había tomado interés a los chavos, siempre se calificó mal y se les hizo a un lado”.
Detiene su accionar en torno al mural que da inicio al proyecto de cien expresiones coloridas, en el centro de la ciudad, y abunda:
«Como primer mural, estamos pintando al señor Flavio Ruiz, que por mucho tiempo trabajó en la fotografía, padre del dueño actual del estudio llamado Foto Ruiz”.
“Estamos contentos porque hace mucho tiempo que necesitábamos difundir lo nuestro, a través del arte urbano, más que nada lo necesita el pueblo de Juchitán, en estos tiempos tan difíciles.»
Gotha agrega que la Coordinación de Arte Urbano se encargará de buscar espacios para rescatarlos del abandono o bien intervenir “algún grafitti hecho por nosotros mismos hace años y cambiarle la vista con un nuevo mural que hable de nuestra gente”.
Señala que inicialmente se tiene contemplado pintar en el primer cuadro de la ciudad, en coordinación con el Colectivo Chiquitraca, posteriormente, dentro de 4 meses se trasladarán a las agencias para hacer lo propio.
«Para mí el muralismo se ha vuelto parte de un entorno que nos ayuda. En un inicio, cuando caminaba con mis amigos por las calles, veía los problemas del alcoholismo, la drogadicción, que existen desde hace mucho tiempo; pero de cierta manera esto fue un parteaguas que me ayudó, para alejarme un poco y concentrarme más en el arte», reflexiona.
Continúa con sus pensamientos y afirma que “Juchitán es una tierra de artistas, bien dicen que si levantas una piedra, salen 3 poetas, 3 músicos, 3 cantantes, pero creo hoy en día es más la delincuencia, jóvenes que se dediquen a pintar ya hay muy pocos”.
Por eso expone su propósito a través del proyecto Bini laanu: «lo que queremos es que las nuevas generaciones se interesen por la música, la poesía, el canto o la pintura, pero que no se vayan por el camino fácil; nuestro trabajo es caminar y jalar a los chicos de la calle».
Los llaman vándalos, grafiteros, pero es evidente que forman parte del movimiento de arte urbano contemporáneo, en donde brillan nombres como el del propio Gotha, o los de Daniel Poetalatas, Suarte Noriega, Luis Medh e Irving Cano.