A finales de mayo pasado, el titular del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), Fernando Baz Ferreira, fue llevado al “cadalso” legislativo. Integrantes de la Comisión de Vigilancia del organismo de la 60 Legislatura, le reclamaban duramente la falta de acciones para investigar y sancionar los desfalcos en el sector salud y la UAEMex, reportados prolijamente por la Auditoria Superior de la Federación (ASF) en septiembre del 2017.
Los legisladores de Morena, remarcaban la diferencia entre los reportes de la ASF y el OSFEM, en las auditorias de 2017, año de elecciones. El auditor se mantuvo pasivo, se defendió, negó toda culpa, pero guardaba un secreto.
Reportes de la Auditoria Interna del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) elaborados para la entrega-recepción del cambio de gobierno en 2017, así como una auditoria interna, de los cuales este portal posee copias, revelan otra historia.
INTRODUCTORIO AL DESFALCO
«En concreto, Baz Ferreira no señaló responsables en la Cuenta Pública del ISEM del 2017, lo que hoy lo mantiene al borde del despido y la inhabilitación».
Para el año 2017, cuando se celebraron elecciones locales, el gobierno federal todavía en manos de Enrique Peña, transfirió al gobierno de Eruviel Ávila, 186 mil 224 millones 900 mil pesos en recursos federales, de los cuales 9 mil 351 millones, fueron para el sector salud, a través del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA), mejor conocido como Seguro Popular.
Los fondos federales de ese año representaron en total para Edomex. un incremento de 21 mil millones de pesos más que un año antes. La razón podría ser que se celebraban elecciones en julio y el candidato del PRI, Alfredo del Mazo, primo del entonces presidente de la República, Enrique Peña, tenía que ganar los comicios a como diera lugar.
Para septiembre del 2018 -un año después- y una vez que Del Mazo ya estaba instalado en el Palacio de Gobierno de Toluca, surgieron los primeros reportes de la Auditoria Superior de la Federación (ASF), que documentaban millonarios desfalcos en todo el ejercicio del 2017, por más de 4 mil 300 millones de pesos, más de mil millones del sector salud. Pero para entonces, aún no se conocía, la magnitud del desfalco.
Ya para el segundo semestre del 2017 y buena parte del 2018, pacientes de nosocomios públicos se debatían en los pisos de los hospitales sobre cartones, sin medicamentos ni instrumental médico básico para su atención, ni camillas ni personal suficiente. El sector era un caos. A ello se sumaba desabasto generalizado, suspensión de pagos inexplicables a personal médico y docenas de obras no ejecutadas o en proceso (más de 500 según reportaría en septiembre la ASF), incluidos hospitales como el Oncológico. Otra tanta infraestructura estaba derruida como consecuencia del paso del sismo del 19 de septiembre de ese año. Nadie quería responder por los daños.
El recurso se había esfumado.
En octubre del 2018, médicos, enfermeras y trabajadores se lanzaron por miles a las calles y desbordaron la Plaza Cívica de Toluca para denunciar el quebranto, en una explosiva crisis que estalló en plena consolidación del arranque del gobierno Delmacista. Para entonces Eruviel ya era senador –blindado con fuero-, su secretario de salud, Cesar Nomar Gómez Monge, estaba fuera del gobierno y con una gran fortuna, y el desfalco del ISEM, sin resolverse.
A la fecha la ASF reporta recursos observados ese año aún sin justificar –solo del sector salud- por 916.5 millones de pesos, de acuerdo a los datos de la ASF, consultados el 21 de junio pasado.
Por su parte el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), en el informe de la Cuenta Pública del 2017, solo hizo dos observaciones al ejercicio del ISEM de ese año, por poco más de 63 millones de pesos en «cuentas por cobrar a corto plazo sin comprobación» y “deudores diversos”.
Es decir, que pese a los reportes de la ASF, el OSFEM no ejerció ningún tipo de acción administrativa contra nadie, según lo confirmaría más tarde en entrevista para este Portal, realizada a finales de junio, el presidente de la comisión de vigilancia del organismo, Tanech Sánchez Ángeles.
La inconformidad de los legisladores, advirtió el diputado de Morena que impulso la renovación del OSFEM, radica en la pasividad y omisión de Fernando Valente Baz Ferreira, no solo en el rubro de salud, pues otros temas neurálgicos como La Estafa Maestra, “pasó de noche” para el auditor…
En concreto, Baz Ferreira no señaló responsables en la Cuenta Pública del ISEM del 2017, lo que hoy lo mantiene al borde del despido y la inhabilitación, ya que integrantes de la Comisión Legislativa de Supervisión del OSFEM, consideran que el auditor del organismo, pudo haber incurrido en omisiones graves y encubrimiento.
Y es posible que tengan razón.
THE OBSERVER
Este es un comienzo del reportaje en The Observer, siga este enlace para leerlo completo: Quiénes operaron y quienes perdonaron el quebranto del ISEM-2017.