Pedro MATÍAS
OAXACA, Oax. (pagina3.mx).- El arzobispo de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, desmiente al gobernador Alejandro Murat Hinojosa, quien sostiene que en “Oaxaca hay paz y tranquilidad” y dijo: “eso es mentira, eso es mentira (porque) en Oaxaca seguimos viviendo con mucho miedo, con mucho terror”.
Durante la misa dominical celebrada en Catedral de esta capital, el purpurado insistió: “No es cierto que haya paz y tranquilidad, no es verdad, no mientan los que quieren presentar una imagen de Oaxaca que no es, no mientan, mejor dedíquense a hacer su trabajo y hacerlo bien”.
Su afirmación la sostiene en los recientes hechos de violencia que han ocurrido en Oaxaca donde cinco policías estatales fueron emboscados y asesinados en San Vicente Coatlán el pasado viernes.
Además, agregó, “casi matan a una mujer en pleno día y en plena calle, en el centro de nuestra ciudad y todavía decimos hay paz, no hay violencia. No hay nada de eso, no hay inseguridad y eso es mentira, es mentira”.
Y es que mientras el gobernador Alejandro Murat, en vísperas de su tercer Informe de Gobierno, afirma que “Oaxaca es el décimo estado más seguro del país” y que en la entidad hay paz y tranquilidad, los hechos de violencia lo desmienten.
El mismo arzobispo sostiene: “seguimos viviendo en nuestro Oaxaca con mucho miedo. Con mucho terror. Aunque queramos nosotros hacer creer que este estado de Oaxaca hay paz y tranquilidad, eso es mentira. Eso es mentira”.
Y en referencia a los cinco policías masacrados en San Vicente Coatlán, el Arzobispo dijo: “Ahora, ni los encargados de resguardar el orden son respetados, ¿qué paso esta semana? Mataron a cinco policías. Ya ni siquiera ellos son respetados”.
“Y qué me dicen mis hermanos obispos, Monseñor nos seguimos encontrando con asesinatos, con muerte aquí y allá”, puntualizó.
De ahí que pidió a la feligresía a intensificar la oración porque “esa debe ser el arma de nosotros, la oración y pedirle a Dios, señor toca el corazón de los que no descubren tu rostro en los hermanos, toca el corazón para que realmente tengamos paz”.
De igual forma pidió a las y los católicos que “trabajemos en nuestras familias, eduquemos para la vida, para el respeto, para vivir el amor en nuestras familias y en nuestra sociedad. Algo nos ha fallado en nuestras casas, algo dejamos de hacer”.
Pidió preguntarse cómo formamos a las hijas y los hijos que el día de mañana van a estar al frente de la sociedad, y de los puestos públicos, ¿cómo los hemos formado, para qué los formamos, cómo los hemos educado? Porque eso sí depende de nosotros.
“Si arreglamos nuestras familias, se va ir arreglando la sociedad, pero si seguimos con nuestras familias desarregladas seguirá el desorden y cada día acrecentándose más y más en nuestra sociedad porque nos ocultamos en el anonimato, entre las multitudes, Dios tenga misericordia de nosotros”, finalizó.