Gustavo cumplirá sus sueños: Bailará en la Guelaguetza 2022 sin oír, pero sintiendo la música

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Gustavo, el joven sordomudo que cumplirá su sueño de bailar en la Guelaguetza, este 2022.
Diana Manzo

Juchitán, Oax.- Gustavo Sánchez Morgan es bailarín zapoteca que este lunes 1 de agosto participará en la Guelaguetza 2022, y aunque no puede oír ni hablar, sentir la música y sincronizar los sonidos a través del baile lo ha llevado a conquistar su mayor sueño.

Este viernes pasado, Gustavo junto con sus compañeras y compañeros de la delegación folklórica de Juchitán, Oaxaca, viajaron a la capital oaxaqueña donde todo está listo para danzar los bailes típicos en la “Octava”, como es conocido el segundo Lunes del Cerro.

De 20 años de edad, Gustavo ha practicado la danza desde los 11 años y es su pasión, y a pesar de que tiene una discapacidad eso no le impide coordinar y sincronizar la música con los pasos de los bailes típicos del Istmo de Tehuantepec.

“Gustavo es esplendoroso, baila plácidamente y lo ha logrado por sus propios méritos, así pasó la audición en febrero pasado y fue elegido para ser uno de los 28 bailarines de la delegación de Juchitán en la Guelaguetza, 2022”, expresó su madre Sebastiana Morgan Alegría.

Integrantes de la Delegación folclórica de Juchitán de Zaragoza y quienes participarán en la Octava del Lunes del Cerro en la Guelaguetza 2022.

Ella y el padre de Gustavo, el señor José Feliciano Sánchez Valdivieso, le han brindado un total acompañamiento y su discapacidad no ha sido motivo para detenerse; al contrario, Gustavo es capaz de interpretar 40 sones o bailes tradicionales.

Reconocen que Gustavo es un joven autosuficiente, ha viajado solo; sin embargo, para comunicarse le es un tanto complicado; sin embargo, con su grupo folklórico logró hacer una conexión especial, logrando una interpretación nítida de cada uno de los bailes.

“Nos sentimos orgullosos de Gustavo, es un joven muy aplicado en la danza, es su pasión, le gusta mucho, y nosotros lo que hacemos es apoyarlo”, señalaron.

Las horas de ensayo fueron muchas e intensas, Gustavo está preparado para ser el mejor bailarín de la Guelaguetza, 2022 , a través del lenguaje de señas y propios que ha construido para comunicarse con su mamá explica que no está nervioso, al contrario, está emocionado y ansioso de que llegue el día lunes para bailar.

Sus camisas blancas, huaraches, sombreros y pañoletas rojas están listas. Gustavo sabe que bailar en esta máxima fiesta de las y los oaxaqueños le llevará a conquistar sus primeros sueños, porque el segundo, es dar clases a niñas y niños para que los bailes típicos sigan resplandecientes como hasta ahora.

**Más sensibilidad social para los discapacitados**

Sebastiana reconoce que integrar e incluir a Gustavo entre la sociedad no fue nada fácil, pero se pudo, lo ha logrado.

“Ahora ya muchos me dicen que están orgullosos de mi hijo, pero antes había muchas críticas, nadie quería llevarse con él, lo excluían, nos costó mucho, por eso es necesario mucha sensibilidad, la sociedad debe ser más inclusiva, Gustavo es igual a todos, no es especial ni nada extraordinario”, refirió su madre.

La madre de Gustavo creó su propio lenguaje y así ha podido comunicarse con él de una forma fácil y rápida, lo mismo ocurre con sus compañeros de danza, quienes lo incluyen y lo aceptan.

“Gustavo se integró muy fácil con nosotras, es un joven muy aplicado, un compañero respetuoso, él siente la música, interpreta los sonidos y goza los bailes, eso no lo logra cualquier persona, y él sí”, dijeron.

El amor a la danza nació a corta edad.

“Gustavo se escapaba de clases, y se iba a bailar, yo no entendía qué era lo que deseaba, hasta que lo interpreté y efectivamente, él quería ser bailarín, moverse y sentir la música, así comenzó y ahora mira, logró lo que tanto anheló, bailar en la Guelaguetza”, relató su madre.

También solicitó ayuda para poder conseguir pases de acceso y poder ver el sueño cumplido de Gustavo.

«Ojalá haya personas que puedan apoyarnos o las propias autoridades y así podamos ver a nuestro hijo en vivo cumplir sus sueños, porque hasta ahora no hay nada, y verlo desde la televisión nos dará mucha nostalgia», expresó.

Recalcó que el sueño de Gustavo es también «sueños de ellos como padres».
Gustavo ama la danza, pero para su sobrevivencia maneja una unidad de mototaxi, aunque su mayor anhelo es convertirse en maestro de danza para enseñar a niñas y niños a conservar su identidad zapoteca a través de los sones típicos como identidad de su cultura zapoteca.