Diana MANZO / Corresponsal
JUCHITÁN, Oax., (#pagina3.mx).- “No hay mejor forma que despedir el 2017 con un festival cultural después de un terremoto que aún mantiene lastimado a Juchitán”, expresó Natalia Toledo, poeta juchiteca quien forma parte del colectivo Binni Birí y junto con sus integrantes lo organizaron del 27 al 31 de diciembre.
Compartir con niñas, niños, jóvenes y adultos diversas actividades culturales como resiliencia, motivó a la poeta zapoteca y a integrantes de este colectivo a realizar este festival cultural que comenzó el pasado martes y concluirá el próximo 31 de diciembre, los cuales se imparten en la casa de la escritora.
El colectivo Binni Birí está formado por adultos, jóvenes y también niños y niñas y surgió después del terremoto como solidaridad con los pueblos del Istmo y con Juchitán en la entrega de apoyos a los damnificados por el terremoto.
“Quisimos terminar este año creando actividades artísticas no solo es pintura o música, también se contemplan talleres para jóvenes donde se hablará de la violencia y la discriminación, consideramos que no hay mejor que el arte para curar las adversidades”, expresó la poeta zapoteca.
Talleres de pintura, creación literaria, tatuaje, fotografía, de la lengua zapoteca, equidad de género y no violencia, orfebrería y hasta de repostería fina serán impartidos por expertos y también artesanos zapotecos.
A las 9:00 de la mañana los asistentes comienzan a llegar y a las 14:00 horas hay un receso donde las mujeres de las cocinas comunitarias creadas por el padre de Natalia, el pintor Francisco Toledo, sirven los alimentos y nuevamente retornan a los talleres los cuales concluyen a las 19:00 horas.
Entre los talleres también resurgió el proyecto “El camino de la iguana” como parte del fomento a la lengua zapoteca, en la cual Natalia Toledo junto con Víctor Cata (Historiador y lingüista zapoteco) impartirán a niños y jóvenes para que revaloricen su lengua materna.
“Estamos felices de tener a los niños en casa, entran y salen contentos de aprender nuevas actividades, estoy contenta porque son mágicos, les gusta conocer y explorar, el arte es la mejor terapia consideramos después de un terremoto”, expresó.
La noche del 31 se tiene contemplado concluir con una exposición colectiva y un concierto experimental, además de la quema del “viejo”, que es un muñeco elaborado de trapo con cohetes que significa el fin del año.